China estaría considerando restricciones a la exportación de tierras raras para la industria de defensa de EE.UU.
Pekín estaría considerando restricciones a la exportación de tierras raras —sobre las cuales China disfruta de un monopolio casi global— para la industria de defensa de EE.UU., según un reporte de The Financial Times.
Los funcionarios del Gobierno chino se acercaron a los ejecutivos de la industria para comprender qué tan gravemente se verían afectadas las empresas en EE.UU. y Europa si Pekín impusiera restricciones a las exportaciones de tierras raras, informa el medio, citando fuentes involucradas en las consultas.
"El Gobierno quiere saber si Estados Unidos puede tener problemas para fabricar aviones de combate F-35 si China impone una prohibición de exportación", afirmó un asesor del gobierno chino, citado por el medio.
Además, Pekín quiere calcular cuánto tiempo le tomaría a Washington impulsar su propia producción de estos elementos vitales o encontrar fuentes alternativas, de acuerdo con las fuentes del periódico.
Las consultas se produjeron después de que Pekín presentara un proyecto de una nueva norma para fortalecer aún más la regulación sobre la industria de tierras raras el mes pasado. Según el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China, el documento cubre la gestión de cuotas de la producción nacional de estos minerales, la gestión de inversiones y la supervisión.
Las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos que son críticos para una amplia gama de industrias, desde la electrónica de consumo hasta componentes militares. Estos elementos han estado durante mucho tiempo en el centro de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Los medios chinos han advertido en repetidas ocasiones que Pekín está listo para prohibir los suministros, pero el plan aún no se ha implementado.
EE.UU. solía ser el principal productor mundial de estos minerales, pero ahora depende en gran medida de las exportaciones chinas. El gigante asiático ahora representa alrededor del 80 por ciento de la producción de tierras raras global y posee las mayores reservas. A medida que la guerra comercial expuso este punto débil, Washington ha estado tratando de impulsar la inversión en el sector, buscando formas de aumentar su propia producción.