Un estudio revela que las pesadillas frecuentes en hombres podrían ser una señal temprana del párkinson
Un estudio de 12 años, que involucró a 3.818 hombres mayores de 65 años con un funcionamiento cerebral típico, encontró que los que experimentaban pesadillas frecuentes tenían el doble de probabilidades de desarrollar la enfermedad de Parkinson que los que no padecían de estos trastornos del sueño. La mayoría de los diagnósticos ocurrieron dentro de los primeros cinco años del estudio. El estudio fue realizado en Birmingham, Reino Unido, y ha sido publicado preliminarmente en Preprints con The Lancet.
Según se expone en el estudio, uno de los mayores desafíos de la enfermedad de Parkinson es el diagnóstico temprano. La mayoría de las personas descubren que tienen la enfermedad cuando ya han perdido entre el 60 y el 80 % de las neuronas liberadoras de dopamina de su tronco cerebral.
Los resultados sugieren que los adultos mayores podrían ser examinados para detectar la enfermedad de Parkinson, preguntándoles sobre el contenido de sus sueños. Luego, se podrían emplear intervenciones tempranas para ayudar a detener la posible aparición de síntomas físicos como temblores, rigidez y lentitud.
"Si bien necesitamos llevar a cabo más investigaciones en esta área, identificar la importancia del mal dormir y las pesadillas podría indicar que las personas que experimentan cambios en sus sueños en la vejez, sin ningún desencadenante obvio, deben buscar atención médica", explica el autor de la investigación, el neurólogo Abidemi Otaiku de la Universidad de Birmingham.
Los hombres con párkinson tienden a tener sueños más perturbadores que las mujeres con la enfermedad de Parkinson, pero aún no está claro por qué. Una hipótesis es que el inicio tardío de las pesadillas es un signo temprano de neurodegeneración en algunos hombres. Las mujeres son significativamente más propensas a experimentar pesadillas regulares a temprana edad, pero después de los 65 años, los hombres comienzan a ponerse al día.
Tal vez algo esté cambiando en la corteza frontal, que regula las emociones durante el sueño, a medida que el cerebro masculino envejece.
El vínculo entre el sueño y el párkinson es algo que los investigadores han estado investigando durante varios años, y se han asociado durante mucho tiempo con la enfermedad neurológica, especialmente entre los hombres, pero este es el primer estudio que investigó si estos síntomas son una advertencia de la enfermedad de Parkinson o un subproducto de la enfermedad.