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Arrestan a un aviador como presunto autor del ataque interno en una base de la Fuerza Aérea de EE.UU. en Siria
El incidente, que implicó el uso de cargas explosivas, se saldó con cuatro ciudadanos estadounidenses heridos.
La Policía militar estadounidense arrestó la semana pasada a un aviador como presunto autor de un ataque interno que ocurrió en abril en una base de la Fuerza Aérea de EE.UU. (USAF, por sus siglas en inglés) en el norte de Siria, reveló este martes Ann Stefanek, portavoz de la USAF, a la CNN.
"Como parte de una investigación en curso, el 16 de junio un aviador fue puesto bajo custodia en Estados Unidos en relación con el ataque en Green Village, Siria", explicó. "Después de revisar la información de la investigación, el comandante del aviador tomó la decisión de colocarlo en prisión preventiva", añadió.
Stefanek añadió que, de momento, no se divulgará el nombre de la persona privada de libertad porque es demasiado pronto. Asimismo, detalló que se espera que en las próximas semanas se conozcan los cargos de los que se le acusa.
El incidente, que tuvo lugar durante la noche, dejó a cuatro ciudadanos estadounidenses heridos, si bien ese mismo mes pudieron volver al servicio. En un primer momento, los funcionarios del país norteamericano pensaban que se trataba de un ataque externo.
Investigación en curso
Al cabo de una semana, comunicaron que, tras una investigación más amplia, concluyeron que el ataque fue el resultado de "la colocación deliberada de cargas explosivas por parte de un individuo no identificado en un área de almacenamiento de municiones y duchas".
La División de Investigación Criminal del Ejército (CID) y la Oficina de Investigaciones Especiales (OSI) de la Fuerza Aérea ahora son quienes dirigen la investigación sobre el ataque al sitio militar de Green Village. Entre otras cosas, están tratando de determinar si el presunto autor de los hechos tenía como objetivo causar un gran número de bajas y si se colocaron centinelas en algún lugar de las instalaciones.
EE.UU. mantiene en Siria unos 900 soldados, incluyendo miembros de las fuerzas de operaciones especiales, sin disponer de un mandato legal para ello. Su misión, entre otros objetivos, consiste en el asesoramiento y otras formas de ayuda a las milicias de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), que controlan territorios al este del Éufrates y se niegan a reunificarse con el Gobierno oficial de Damasco.
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