La esposa del periodista español detenido en Polonia pide que "se respeten sus derechos mínimos"
Oihana Goiriena, esposa del periodista español Pablo González, que se encuentra en prisión preventiva en Polonia, insta al Gobierno español a que interceda para que se respeten los derechos de su pareja y pueda tener una defensa y un proceso judicial "justo".
En una entrevista con el medio Nueva Revolución, la mujer pidió la intervención de las autoridades, no para que hagan "de abogado defensor", sino para que "se respeten sus derechos mínimos, que son los de comunicación directa con la familia, para que tenga a su abogado de confianza ejerciendo su defensa y un proceso judicial justo".
"Polonia no está cumpliendo con la Carta Europea de Derechos Humanos, se la está saltando, la está violando [con la detención de Pablo González]", denunció.
Asimismo, explicó que sigue sin poder mantener un contacto directo con su esposo, ya que las llamadas telefónicas y las visitas están prohibidas y solo se comunican por cartas "que llegan con dos o tres meses de retraso" debido a "la censura" a la que son sometidas. Según explicó, la última carta, enviada a finales de mayo, la recibió hace dos semanas.
Por otra parte, Goiriena dijo que la decisión de la Fiscalía de Polonia, que este viernes pidió prolongar la detención del periodista, no la ha tomado "por sorpresa", mientras denuncia que el organismo no ha presentado nuevas pruebas, recoge el medio 20minutos.
"Si las [pruebas] que tienen les fueron suficientes hace tres meses para prolongarle la prisión preventiva, yo creo que esta vez también lo admitirán y tendrá que cumplir, aunque parezca absurdo y suene increíble", señaló Goiriena, que teme que "el juez aceptará la petición de la Fiscalía", que será examinada por el tribunal regional de Przemysl el próximo 23 de agosto.
Pablo González, que tiene nacionalidad española y rusa, es un periodista que colabora habitualmente con medios españoles como Público o La Sexta. Fue detenido en Polonia el 28 de febrero, pocos días después de que se iniciara el conflicto bélico en Ucrania, mientras cubría la crisis de refugiados. Desde entonces se encuentra en prisión preventiva, bajo la acusación de espiar para Rusia, según un comunicado del Gobierno polaco.