Descubren que los minerales en el interior de la Tierra no se comportan como se había teorizado
Gracias a un nuevo y detallado modelo computarizado, un equipo internacional de investigadores ha descubierto que los procesos geológicos que tienen lugar en las profundidades de la Tierra se producen de una manera muy distinta a lo que se había teorizado anteriormente.
De acuerdo al Instituto de Tecnología de California (EE.UU.), los resultados obtenidos en una nueva investigación han logrado determinar que el comportamiento de los minerales en el manto inferior terrestre, que se extiende a una profundidad de entre 665 y 3.548 kilómetros, se comportan de una manera hasta ahora insospechada.
Según detallan los académicos en una investigación publicada en Nature, esta sección intermedia que recubre el núcleo del planeta se compone principalmente de un tipo silicato de magnesio llamado bridgmanita y, en menor proporción, un tipo de óxido de magnesio que se llama periclasa, además de pequeñas cantidades de otros minerales.
Reinterpretando el proceso de convección
El manto inferior del planeta es roca sólida; sin embargo, debido a las altas temperaturas a las que está expuesto, el manto caliente se desplaza desde la parte más profunda hacia la superficie, mientras que el manto que se va enfriando se va hundiendo, en un fenómeno conocido como corriente de convección.
Las temperaturas y presiones extremas del manto inferior llegan a alcanzar hasta los 135 gigapascales, una presión casi mil veces a la del punto más profundo del océano, y miles de grados centígrados, por lo cual reproducir en un laboratorio este fenómeno que toma millones de años es sumamente complicado.
Estas limitaciones, apuntan, han llevado a los científicos a creer que la periclasa era más débil que la bridgmanita y que se deformaba con más facilidad. Sin embargo, estos experimentos no tomaban en cuenta cómo se comportan los minerales en una escala temporal de millones de años.
Al incorporar estas escalas temporales a un complejo modelo computacional, los investigadores descubrieron que los granos de periclasa son en realidad más fuertes que la bridgmanita que los rodea, un hallazgo que podría revolucionar el entendimiento de los procesos geológicos que regulan la tectónica de placas y la actividad volcánica.
Si bien señalan los autores que "aún quedan muchas preguntas por responder sobre los mecanismos que permiten que se produzca esta convección", destacan que sus hallazgos aportan nuevos elementos para entender los procesos que han dado forma a la Tierra y podrían ayudar a comprender la evolución de planetas dentro y fuera de nuestro sistema solar.
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