Las claves del discurso del líder de la derecha española en una investidura con mal pronóstico

El líder del derechista Partido Popular (PP) y candidato a la Presidencia del Gobierno de España, Alberto Núñez Feijóo, abrió este martes el debate con el que debe recabar el respaldo de la mayoría del Congreso para su investidura, aunque él mismo reconoció que no cuenta con los apoyos suficientes.

Como era de esperar, Feijóo arremetió casi de entrada contra el gobierno de Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), por las negociaciones que adelanta para una posible amnistía a los procesados por el referéndum de autodeterminación ilegal, celebrado en Cataluña en 2017, a cambio del apoyo de las formaciones independentistas en su eventual investidura.

En esa línea, el líder conservador aseguró que no iba a "defender" la amnistía. "Tengo principios, límites y palabra", aseveró para ratificar su negativa a una medida que, a su juicio, no es "ni jurídica, ni éticamente aceptable".

"Tengo a mi alcance los votos"

En una de sus manifestaciones más controvertidas, Feijóo aseguró que el partido del expresidente catalán Carles Puigdemont, de Junts per Catalunya –clave para decantar el Gobierno en manos progresistas o conservadoras– le ofreció el mismo pacto por sus votos tanto a PP como al Partido Socialista.

"Tengo a mi alcance los votos para ser presidente del Gobierno, pero no acepto pagar el precio que me piden para serlo", dijo.

Pero por otra parte, anunció que, en caso de que sea investido, su gobierno incorporaría al Código Penal un nuevo delito de "deslealtad institucional" y volvería a incrementar las penas del delito de malversación de fondos públicos.

El también expresidente de Galicia requiere 176 votos para ser investido, pero por ahora solo cuenta con los 137 de su partido, los 33 del ultraderechista Vox y de los únicos diputados de otras dos formaciones conservadoras, Unión del Pueblo Navarro y Coalición Canaria.

"Con la expectativa de 172 apoyos es como aspiro a lograr la mayoría necesaria para ser investido. De otro modo no, así sí", afirmó.

Seis pactos de Estado

¿Una investidura destinada al fracaso? La semana decisiva para el líder de la derecha en España

Feijóo, cuyo partido fue el más votado en las elecciones del pasado 23 de julio, incluso pidió que el PSOE, el segundo más votado, se abstenga para facilitar la investidura. Y volvió a proponerle firmar seis pactos de Estado: institucional, económico, por las familias, sobre el Estado del bienestar, sobre el agua y sobre la cuestión territorial.

Ambas propuestas ya fueron rechazadas por Sánchez hace semanas. "Me parece una anomalía la incomunicación del Partido Popular y el Partido Socialista", dijo hoy el líder conservador.

"Seguiré tendiendo la mano hasta que llegue alguien del PSOE con el sentido de Estado suficiente", agregó.

A partir de ahí, el candidato 'popular' convirtió su discurso en una suerte de mitin electoral, con promesas de que gobernará "respetando la separación de poderes" o que accederá a renovar la cúpula del poder judicial, algo que su propio partido ha bloqueado durante cinco años.

Del mismo modo, hizo una extensa lista de propuestas y de medidas económicas, entre ellas rebajas de impuestos o aumentar el salario mínimo hasta el 60 % del salario medio. 

Criticas de los portavoces parlamentarios

Tras el discurso de Núñez Feijóo, todos los portavoces que ya anunciaron que no apoyarán al candidato popular realizaron una crítica coincidente durante el receso ante los medios de comunicación: que se trató de un discurso digno de una moción de censura, por su excesiva carga crítica al Gobierno en funciones, pero no de una sesión de investidura.

También denunciaron que muchas de las propuestas que desgranó durante su intervención se contradicen con las políticas que ha llevado a cabo su formación tanto a nivel nacional, cuando el PP gobernó antes de Pedro Sánchez, como en ámbitos regionales.

El debate sigue con la participación de los representantes de los 10 grupos parlamentarios y concluirá el miércoles, cuando se procederá a la votación en la que se espera que Feijóo no consiga la mayoría absoluta requerida.

En ese caso, 48 horas después se repetirá el sufragio, momento en el que se necesitará tan solo la mayoría simple.