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Resuelven un crimen de hace 30 años, pero el sospechoso muere días antes de que puedan arrestarlo
Decenas de agentes han investigado el caso desde 1994, pero finalmente dieron con el presunto autor del asesinato cuando ya había muerto dentro de su camioneta.
La Policía del estado de Texas (EE.UU.) averiguó recientemente la identidad del presunto autor de un asesinato que estaba sin resolver desde hacía 30 años. Pero los esfuerzos para arrestarlo resultaron en vano porque finalmente los agentes descubrieron que el sospechoso se había suicidado hacía unos días, según informó este jueves el Departamento de Policía de Austin.
La víctima del crimen, Bert Allen Mann, fue hallado con heridas mortales de arma blanca en su domicilio el 12 de mayo de 1994. Según la Policía, su asesino había entrado a la vivienda por una puerta acristalada trasera y atacó al hombre cuando este volvió del trabajo, matándolo. Durante el forcejeo, el agresor resultó herido y dejó manchas de sangre en el lugar de los hechos. Una investigación exhaustiva que duró varios años permitió identificar a más de cuarenta sospechosos.
En 2005, se analizó el ADN de una mancha de sangre del lugar del crimen y se introdujo en una base de datos, pero no se encontró ninguna coincidencia. No fue hasta junio de 2023 cuando se identificó a un posible sospechoso llamado Kenneth Robbins, y entonces la Policía emitió una orden de detención el 8 de septiembre. Los agentes empezaron la búsqueda del presunto autor del crimen, y cinco días después lo encontraron muerto en su camioneta. La autopsia reveló que Robbins se había suicidado.
Así, el caso se resolvió después de 30 años. A lo largo de este tiempo, más de 20 detectives y otros especialistas han contribuido en la investigación.
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