
¿Por qué cayó el Imperio romano? La ciencia podría tener una nueva respuesta

Un equipo de científicos de la Universidad de Southampton (Reino Unido) ha desenterrado nuevas pruebas que revelan la magnitud de la Pequeña Edad de Hielo de la antigüedad tardía, un fenómeno climático del siglo VI que coincidió con la caída del Imperio romano.
Los investigadores, en colaboración con la Universidad Queen's de Canadá y la Academia China de las Ciencias, analizaron rocas inusuales en una terraza costera de Islandia y descubrieron que habían sido transportadas hasta allí desde Groenlandia por icebergs durante un enfriamiento global que duró entre 200 y 300 años.
El estudio, publicado en la revista Geology, sugiere que este repentino cambio climático, iniciado alrededor del año 540 d. C., pudo ser el golpe final para un imperio ya debilitado por crisis políticas, económicas y militares.

"Cuando se trata de la caída del Imperio romano, este cambio climático podría haber sido la gota que desbordó el vaso", señaló Tom Gernon, profesor de la Universidad de Southampton y coautor de la investigación.
El debate sobre el papel del clima en el fin del dominio de Roma lleva décadas abierto. Mientras algunos historiadores subrayan factores como las invasiones bárbaras o la corrupción, esta investigación refuerza la teoría de que las modificaciones ambientales aceleraron el declive, dando más peso a la idea de que temperaturas más frías pudieron haber devastado las cosechas, desencadenando hambrunas y las migraciones masivas que redefinieron Europa.