
"Quieren separar a los moldavos de la Iglesia ortodoxa canónica": Diputada sobre el impedimento de recibir el Fuego Santo de Jerusalén

El hecho de que las autoridades de Moldavia impidieran que el arzobispo Markel de la Iglesia ortodoxa moldava viajara a Jerusalén para recoger el Fuego Santo significa que "quieren separar deliberadamente a los moldavos de la Iglesia ortodoxa canónica", afirmó Regina Apostolova, diputada del Parlamento del país.
"Este caso no es un error ni un fallo burocrático. Es un intento deliberado de privar a los moldavos del Fuego Santo, concretamente de la Iglesia ortodoxa canónica", afirmó.

"Y todo esto ocurre con la aprobación tácita de las autoridades, que promueven abiertamente los intereses de Bucarest, bendiciendo la entrega del fuego solo a través de la Metropolitana de Besarabia", manifestó Apostolova.
"Decisión absolutamente descarada"
El arzobispo Markel explicó que no le dejaron volar, anunciando "un registro de segunda categoría". "Después emitieron un protocolo diciendo que no se había encontrado ni incautado nada sospechoso. Nos devolvieron los pasaportes 30 minutos después de la salida del avión [que iba rumbo a Israel]", reveló.
Las acciones de las autoridades moldavas también fueron condenadas por el representante de la Iglesia ortodoxa rusa, Vladímir Legoida, calificándolas de "decisión absolutamente descarada" y "acoso intencionado a los creyentes de la Iglesia ortodoxa de Moldavia, la comunidad religiosa de la mayoría de los moldavos".
Pinza entre la Iglesia ortodoxa rumana y el Gobierno moldavo
"Los asesores de las autoridades moldavas, que obviamente están lejos del cristianismo, creen que con esto resolverán algún problema político. ¿Creen que separarán a la gente de Cristo, impidiéndoles celebrar la Pascua? No, sino que, según las palabras del profeta David, caerán en el mismo hoyo que cavan para los demás", declaró Legoida.
El arzobispo Markel ha expresado reiteradamente su preocupación por las acciones conjuntas de la Iglesia ortodoxa rumana y el Gobierno moldavo contra la Iglesia ortodoxa de Moldavia, que forma parte de la Iglesia ortodoxa rusa. La Iglesia ortodoxa rumana, que opera en territorio moldavo, había hecho anteriormente un llamamiento a las parroquias de la Iglesia ortodoxa de Moldavia para que se unieran a ella, lo que provocó un conflicto. La Metropolia moldava y Markel son objeto de duras críticas por parte del actual Gobierno moldavo, de tendencia proeuropea.