
EE.UU. extiende licencia para permitir transacciones con el gas licuado venezolano

El Departamento del Tesoro de los EE.UU. emitió este lunes una licencia que extiende las transacciones de gas licuado de petróleo procedente de Venezuela hasta el próximo 5 de septiembre, siempre que el embarque del hidrocarburo en un buque transportador haya tenido lugar como máximo el 7 de julio de 2025.
Según se explica en la Licencia General 40D, publicada en el portal de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), la medida autoriza "todas las transacciones que se realicen ordinariamente incidentales y necesarios para la entrega y descarga de gas licuado de petróleo en Venezuela, que involucren al Gobierno de Venezuela, Petróleos de Venezuela, S.A. (PdVSA), o cualquier entidad en la que PdVSA posee, directa o indirectamente, una participación del 50 por ciento o más", vetadas inicialmente por el régimen de sanciones impuesto por Washington a Caracas.
Empero, se prohíbe "cualquier pago en especie de petróleo o productos derivados del petróleo" o "cualquier otra transacción prohibida" dentro del esquema sancionatorio general, incluyendo aquellas en las que la estatal petrolera venezolana posee mayoría accionaria o figuren como agentes directos personalidades del Gobierno venezolano que han sido sancionados por EE.UU.
Enfrentamiento y resistencia
Desde hace más de una década, el Gobierno de EE.UU. ha impuesto restricciones económicas y financieras a Venezuela, particularmente sobre su industria petrolera, en interés de forzar –hasta ahora, sin éxito– un cambio político que expulse del poder al presidente Nicolás Maduro.

Las autoridades venezolanas han denunciado en distintos foros internacionales la ilegalidad de estos procederes, a los que denominan "medidas coercitivas unilaterales". Según expresó recientemente el canciller Yván Gil, se trata de "una nueva generación de este tipo de medidas, mucho más crueles y destructivas, como nunca antes, que se valen del dolor y el sufrimiento que causan deliberadamente como medio para impulsar agendas intervencionistas y de desestabilización".
Gil apuntó que las denominadas sanciones pueden calificarse como un 'arma' política y económica, en tanto "buscan "ejercer presión, explotación, dominación y subyugación sobre naciones soberanas independientes" y "representan el mayor obstáculo para la implementación de los planes de desarrollo de las naciones y de la agenda 2030 para el desarrollo sostenible".
Aunque el régimen de sanciones se mantuvo durante la Administración de Joe Biden (2021-2025), el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha impuesto nuevos desafíos a Caracas, que para hacerle frente al fin de licencias como las que le permitían operar a Chevron, ha puesto en marcha la firma de convenios con compañías extranjeras para comercializar su crudo en el mercado internacional.