Moscú: La ONU demuestra "apoyo casi incondicional al régimen criminal de Kiev"

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia respondió este jueves a las declaraciones del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, sobre las acciones de las tropas rusas en la zona de la operación militar especial. Según la Cancillería, el 5 de julio Guterres "emitió nuevamente declaraciones provocadoras en el contexto de la crisis ucraniana".

"Guterres condenó firmemente 'lo que se cree que es la mayor serie de ataques en los últimos tres años por parte de la Federación rusa con el empleo de vehículos aéreos no tripulados y misiles', que supuestamente interrumpió el suministro de energía a la central nuclear de Zaporozhie, y expresó preocupación por 'la peligrosa escalada y el creciente número de víctimas civiles'", recordó el ministerio.

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"Las declaraciones del secretario general de la ONU son otra clara demostración de su parcialidad y miopía políticas, que se expresan en un apoyo casi incondicional al régimen criminal de Kiev, incluyendo a la Alianza del Atlántico Norte que lo respalda", agregó.

"Es absurdo suponer que Rusia podría tener algún motivo para crear dificultades para el funcionamiento seguro de la central nuclear rusa de Zaporozhie. Precisamente es Moscú la que tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad de la central nuclear de Zaporizhie, la parte rusa está haciendo todo lo posible para resolver esta tarea. Además, estas cuestiones no forman parte de la competencia del secretario general de la ONU", remarcó la Cancillería. 

También destacó que "precisamente las acciones de los militantes del régimen de Kiev, que provocaron el cese del suministro eléctrico a la central nuclear de Zaporozhie, son las que deberían ser firmemente condenadas". Asimismo, hizo hincapié en que la parte rusa ataca únicamente objetivos militares empleando armas de alta precisión, adoptando las medidas necesarias para garantizar el estricto cumplimiento del derecho internacional humanitario, a diferencia del régimen de Kiev, que realiza ataques deliberados contra la población civil e infraestructuras rusas, "confirmando así su esencia terrorista".

El organismo además denunció que tanto Guterres como sus subordinados "recogen y replican sistemáticamente mentiras fabricadas por el régimen de Kiev y las capitales occidentales con el objetivo de desacreditar a Rusia", a la vez que silencian "las flagrantes violaciones del derecho internacional humanitario" por parte de Ucrania, ignorando así el artículo 100 de la Carta de la ONU, que "exige adherirse a los principios de imparcialidad y equidistancia".

Frente a la situación, el ministerio instó a los funcionarios de la ONU a dejar de actuar "como portavoces de la propaganda occidental y distribuidores de desinformación y noticias falsas", y en su lugar "adoptar una posición neutral y responsable acorde con su estatus y trabajar únicamente con fuentes de información verificadas".