Los recientes cambios en la política de Donald Trump, junto con sus ataques contra partidarios, han provocado una rápida erosión de su apoyo dentro de la base del movimiento MAGA.
La aprobación del ambicioso proyecto 'Gran y hermoso proyecto de ley' ('One Big Beautiful Bill Act'), las contradicciones en el manejo del caso Jeffrey Epstein, los ataques contra Irán, su postura sobre el conflicto en Ucrania y las medidas migratorias han generado malestar incluso entre sus seguidores más leales. A esto se suman las fricciones con varios países aliados por las guerras comerciales. "Decir que hay descontento [dentro de MAGA] sería quedarse corto", admitió una fuente del círculo político del mandatario a The Times.
La enmienda que provocó la pelea con su principal aliado
Elon Musk, el hombre más rico del mundo, fue una figura clave en la campaña presidencial del republicano para su regreso a la Casa Blanca e incluso fue miembro de la Administración Trump, dirigiendo el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Sin embargo, el magnate se distanció del mandatario por su oposición al 'Gran y hermoso proyecto de ley', que estipula recortes a las energías renovables, lo que desencadenó una riña entre ambos. Desde entonces, el dueño de Tesla y SpaceX no ha cesado en sus críticas al Gobierno y recientemente anunció la creación del Partido América, que podría atraer a varios republicanos descontentos con las políticas de Trump.
Anteriormente, el presidente había acusado a Musk de haberse vuelto "loco" y evaluó públicamente cortar contratos federales con sus empresas.

Contradicciones sobre los archivos del caso Jeffrey Epstein
Al inicio de su segundo mandato, el republicano prometió desclasificar documentos relacionados con el caso del fallecido empresario Jeffrey Epstein, acusado de organizar fiestas sexuales con menores para figuras de las élites mundiales.
Las primeras divulgaciones solo incluyeron información ya conocida públicamente, pero una de las cuestiones que más decepcionó a los partidarios fueron las recientes conclusiones realizadas por el FBI y el Departamento de Justicia, de que la supuesta lista de clientes de Epstein no existe y que el magnate se había suicidado en su celda. Las contradicciones de las autoridades y las inconsistencias de las pruebas presentadas alimentaron teorías de conspiración.
En una rueda de prensa, Trump se mostró molesto ante las preguntas de los medios sobre el tema. "¿Siguen hablando de Epstein? Se ha hablado de este tipo durante años. ¿La gente sigue hablando de este asqueroso? No puedo creer que estés haciendo una pregunta sobre Epstein", dijo el mandatario.

Cambio de retórica en el conflicto ucraniano
Entre tanto, partidarios de Trump se sienten preocupados por su decisión de continuar suministrando armas al régimen de Kiev, al tiempo que la Administración estadounidense ha aumentado su retórica contra Moscú.
De acuerdo con The Times, tras la fuerte pelea que protagonizaron el mandatario del país norteamericano y Vladímir Zelenski en la Casa Blanca, muchos republicanos creyeron que Trump seguía defendiendo la idea de que EE.UU. ya se había involucrado demasiado en el conflicto ucraniano.
No obstante, su reciente orden de enviar ayuda militar adicional a Ucrania generó descontento entre los miembros del movimiento MAGA, en donde ya hubo malestar por los ataques a las instalaciones nucleares de Irán.

Ataque contra Irán
Otro factor que generó fricciones entre Trump y sus partidarios fue el reciente involucramiento de EE.UU. en la 'guerra de los 12 días' entre Irán e Israel. El reconocido periodista Tucker Carlson afirmó días antes del ataque de Washington a las instalaciones nucleares iraníes que la escalada del conflicto llevaría al "fin del imperio estadounidense", y con ello la presidencia de Trump.
Posteriormente, el mandatario le respondió: "Que alguien, por favor, le explique al loco de Tucker Carlson que Irán no puede tener un arma nuclear". El inquilino de la Casa Blanca también rechazó los informes de Inteligencia Nacional estadounidense que informaban que Irán no está trabajando en un arma nuclear y arremetió contra la directora del organismo, Tulsi Gabbard. "[El servicio de inteligencia] está equivocado", afirmó en aquel entonces Trump.
Grietas en la cuestión migratoria
Uno de los pilares de la política de Trump es su firme postura a favor de las deportaciones masivas. No obstante, miembros del movimiento MAGA acusaron a Brooke Rollins, secretaria de Agricultura, de abogar por exenciones para ciertos trabajadores.
De acuerdo con The Times, los republicanos temen que figuras importantes del sector estén presionando a Rollins y a Trump para que suavicen sus políticas, puesto que perjudican a sus practicas de uso de mano de obra barata inmigrante en lugar de pagar salarios justos a nacionales.
Guerras arancelarias contra sus aliados en Asia-Pacífico
Las guerras arancelarias desatadas por la Administración Trump no están dirigidas solamente a sus principales rivales geopolíticos, como China, sino también a aliados históricos de EE.UU. en la región del Asia-Pacífico.
En su reciente ampliación de aranceles, Trump anunció que se aplicará una tarifa aduanera del 25 % a los productos procedentes de Japón y Corea del Sur. El mandatario advirtió a Seúl y Tokio que no impusieran aranceles de represalia, señalando que el impuesto del 25 % aumentaría en la misma proporción que la tasa que decidieran imponer.
Por su parte, el primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, advirtió que no permitiría que su país fuera subestimado en las negociaciones arancelarias con EE.UU.
"Si creen que Japón debe seguir lo que dice Estados Unidos porque dependemos mucho de ellos, entonces necesitamos trabajar en seguridad, energía y alimentos, y depender menos de Estados Unidos", dijo Shigeru Ishiba.
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