Las políticas comerciales de la Administración de Donald Trump han desembocado en la mayor crisis de confianza en 25 años entre EE.UU. y Japón, según The Financial Times.
Altos funcionarios de ambas naciones temen que la postura rígida de Trump y la falta de adaptación del Gobierno japonés generen una desestabilización de la relación que afecte a la seguridad y al comercio. El exfuncionario de la Casa Blanca Christopher Johnston señala que las relaciones se encuentran en un punto crítico, similar a la inestabilidad que atravesaron a finales de los 90.
"Los desafíos van más allá de cualquier figura de la Administración [Trump]. En Japón existe la sensación de que para el equipo de Trump nada es sagrado y todo es transaccional", dijo el experto al diario.
La vicepresidenta del Instituto de Política de la Sociedad Asiática, Wendy Cutler, apunta a los malentendidos y a la desconfianza, especialmente a la generada por los aranceles que Trump impone a Japón. Según la experta, el acuerdo comercial entre Washington y Tokio de 2019 generó expectativas optimistas para las negociaciones actuales. Por un lado, desde EE.UU. creían que Japón sería un socio fácil y que podría influir en otros, mientras que los funcionarios japoneses esperaban una exención de los aranceles automotrices, similar a la anterior, una perspectiva que acabó siendo poco realista.
Funcionarios y exfuncionarios de ambos países consideran que, si bien la alianza se mantendrá, será necesario un restablecimiento, de tal forma que los nuevos términos de las relaciones redefinan lo que significa ser amigo de Washington en 2025.
"Señor Japón"
Paralelamente, destacan el cambio en la retórica del mandatario estadounidense, que en una reciente entrevista, confundió el nombre del primer ministro japonés Shigeru Ishiba y lo llamó "señor Japón", en contraste con su anterior cálido saludo en la Casa Blanca de hace unos meses.
Además, la falta de reconocimiento de Tokio como aliado clave ha decepcionado a Ishiba, después de que la semana pasada Trump publicara los términos comerciales en redes sociales antes de comunicarse con el primer ministro japonés. La carta enviada a líderes de otros 14 países fue casi idéntica, lo que Ishiba calificó de "muy lamentable".
En su reciente ampliación de aranceles, Trump anunció que se aplicará una tarifa aduanera del 25 % a los productos procedentes de Japón y de Corea del Sur, al tiempo que advirtió a ambos países que no impusieran aranceles de represalia. La medida entrará en vigor el 1 de agosto.
En este sentido, una persona cercana a las negociaciones comerciales sostiene que Japón debió anticipar la situación. El país abogó por una exención total de aranceles, lo que, según críticos de Ishiba, ignora la agenda de Trump de reequilibrar el comercio y su creencia de que los superávits comerciales reflejan una injusticia.
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