El pasado 1 de julio fue descubierto 3I/ATLAS, un misterioso objeto que se dirige hacia el Sol a más de 210.000 kilómetros por hora. En menos de 24 horas, los astrónomos confirmaron que se trataba de un visitante interestelar, convirtiéndose en el tercer cuerpo celeste detectado pasando a través del sistema solar desde fuera de sus límites.
Las primeras observaciones revelaron que es un gran cometa envuelto en una enorme nube de hielo, gas y polvo, conocida como coma, de hasta 24 kilómetros de diámetro. Por otro lado, un modelo computacional sugirió que 3I/ATLAS podría tener 3.000 millones de años más que nuestro sistema solar, lo que lo convertiría en el cometa más antiguo jamás visto.
Sin embargo, un grupo de tres investigadores planteó en un nuevo estudio la posibilidad de que el cometa pudiera ser en realidad una tecnología encubierta y "posiblemente hostil" enviada por extraterrestres.
El autor más destacado de la investigación, Avi Loeb, explicó que si 3I/ATLAS fuera una "nave interestelar" podría respaldar la hipótesis del bosque oscuro, según la cual las civilizaciones extraterrestres evitan emitir señales para no ser detectadas por posibles depredadores. Asimismo, dijo que el "artefacto tecnológico" podría atacar la Tierra en noviembre de este año.
¿Es un invasor alienígena?
Algunos expertos consideran que estas afirmaciones son "absurdas" e "insultantes", y subrayan que toda las pruebas disponibles indican que se trata de un cuerpo complemente natural. Samantha Lawler, de la Universidad de Regina (Canadá), detalló que 3I/ATLAS fue arrojado de "otro sistema solar, al igual que incontables miles de millones de cometas han sido expulsados de nuestro propio sistema solar".
El equipo de investigadores aseguró que 3I/ATLAS podría no ser un cometa, ya que no se ha identificado en su coma ningún volátil, un químico asociado con estos cuerpos celestes. No obstante, Darryl Seligman, de la Universidad Estatal de Míchigan, aclara que no se esperaría encontrar la presencia de volátiles en este objeto, puesto que aún está bastante lejos del Sol, pero que es probable que estos compuestos se manifiesten en las próximas semanas o meses.
Por otro lado, se ha identificado que 3I/ATLAS está repleto de agua, que podría haber permanecido dentro del cometa alrededor de 7.000 millones de años. También se encontró una combinación de moléculas orgánicas, silicatos y minerales ricos en carbono, lo que sugiere que el objeto comparte similitudes con los asteroides que orbitan en la región exterior del cinturón principal de estos cuerpos, ubicado entre Marte y Júpiter.
"Cualquier sugerencia de que sea artificial es un disparate y un insulto al emocionante trabajo que se está realizando para comprender este objeto", señaló Chris Lintott, de la Universidad de Oxford (Reino Unido). Avi Loeb ya causó controversia en 2017 al sugerir que 1I/ʻOumuamua, el primer objeto interestelar descubierto, podría ser una nave extraterrestre.
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