El presidente colombiano, Gustavo Petro, acuso a Perú de "copar" un territorio perteneciente a su país en la región amazónica y de violar el Protocolo de Río.
En una interacción en su cuenta de X, el mandatario aclaró que la conmemoración de la Batalla de Boyacá, el próximo jueves, se trasladará a Leticia, capital del departamento del Amazonas "porque otra vez, el Gobierno del Perú ha copado un territorio que es de Colombia y ha violado el Protocolo de Río de Janeiro que le puso fin".
Tradicionalmente, el aniversario de esa batalla —realizada en 1819 y que selló la independencia de Colombia del ejército español— es un acto de Estado que se lleva cabo en el departamento de Boyacá o en Bogotá. Así, esta nueva ubicación del lugar del acto presidencial adquiere un matiz simbólico de protesta ante Perú.
No se traslada a Leticia por los bloqueosLa conmemoración de la Batalla de Boyacá, es la conmemoración de la independencia nacional, se traslada a Leticia, porque otra vez, el gobierno del Perú ha copado un territorio que es de Colombia y ha violado el Protocolo de Rio de… https://t.co/Jh9ZTT6Wk0
— Gustavo Petro (@petrogustavo) August 5, 2025
El Protocolo de Río
El Protocolo de Río de Janeiro, establecido entre ambos países fronterizos en 1934, fue un acuerdo consignado entre las dos naciones para poner fin a una guerra que sostenían por razones territoriales. En ese tratado, afirma Petro, "se estableció que la frontera es la línea más profunda del río Amazonas y que cualquier desavenencia, se resolverá entre las partes".
Según dijo el mandatario, han aparecido islas que se encuentran al norte de la línea actual más profunda "y el Gobierno del Perú acaba de apropiárselas por ley y poner la capital de un municipio en un terreno que, por el tratado, debe pertenecer a Colombia".
"Esa acción unilateral y violatoria del tratado de Río de Janeiro puede hacer desaparecer a Leticia como puerto amazónico, quitándole su vida comercial. El Gobierno usará antes que nada, los pasos diplomáticos para defender la soberanía nacional", advirtió.
Hasta el momento, no ha habido respuesta oficial de Perú.
Aclaratoria de la cancillería colombiana
En un comunicado de la Cancillería de Colombia, sostiene que la isla de Santa Rosa "es una formación surgida en el curso del río Amazonas, con posterioridad a la única asignación de islas realizada entre los dos países en el año 1929". Por ello, tanto esa isla como las surgidas después de 1929 "se debe surtir un proceso de asignación de común acuerdo entre Cancillerías, en los términos de los arreglos a que lleguen los dos países".
Así, Bogotá afirma que el país "ha sostenido la necesidad de que se realice el trabajo binacional para la asignación de islas" y "ha reiterado la posición de que la isla de Santa Rosa no ha sido asignada al Perú".
Por ello, tras conocer la noticia de la promulgación de la 'Ley de Creación del Distrito de Santa Rosa de Loreto en la Provincia de Mariscal Ramón Castilla del Departamento de Loreto, N°32403, de 2025', Colombia ha presentado contundentes notas de protesta al Gobierno peruano", en las que solicita que se reactive la Comisión Mixta Permanente para la Inspección de la Frontera Colombo-Peruana (Comperif).
¿De dónde viene el conflicto actual?
En un comunicado publicado en julio de 2024, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia pidió excusas por las declaraciones del director de Soberanía Territorial de ese organismo, Diego Felipe Cadena, durante la Primera Mesa Técnica de Seguridad en las Fronteras, que se llevó a cabo en el Amazonas colombiano.
En esa oportunidad, Cadena manifestó que "el régimen de la isla de Santa Rosa no estaba definido entre Colombia y Perú" y acusó al país vecino de ocuparla "irregularmente".
Esta aseveración hizo que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú convocara al encargado de negocios de Colombia para entregarle una nota de protesta.
En esa oportunidad, Lima sostuvo que posee los derechos de soberanía y jurisdicción sobre la isla Santa Rosa, que para ese país forma parte del departamento de Loreto.
El conflicto de ese momento pareció haber quedado zanjado cuando el entonces canciller peruano, Javier González Olaechea, expresó su "satisfacción" porque había bajado el nivel de tensión entre los dos países debido a que tenían "un canal de comunicaciones diplomático abierto para estos efectos", recoge RPP.