Jeferson de Souza, un hombre que vivía en las calles de la ciudad brasileña de Sao Paulo, fue asesinado por agentes de la Policía Militar con tres disparos de fusil, tras pasar más de una hora bajo su custodia sin oponer resistencia.
Según Folha de S. Paulo, el hecho ocurrió la noche del 13 de junio y quedó registrado en la cámara corporal de uno de los uniformados. Las imágenes, sin sonido, muestran a Jeferson con las manos en la cabeza y cumpliendo las órdenes de los policías.
ADVERTENCIA: LAS SIGUIENTES IMÁGENES PUEDEN HERIR SU SENSIBILIDAD
🚨Jeferson de Souza, 23 anos, foi executado com três tiros de fuzil enquanto chorava, rendido, sob uma ponte no centro de SP.A câmera corporal registrou tudo, inclusive a tentativa de encobrir o crime. Sem as câmeras, essa execução seria tratada como “resistência à prisão”.… pic.twitter.com/xSXpheu8NC
— Luna (@lunazarattini) August 5, 2025
En el momento en que extiende los brazos con aparente calma —como si fuera a ser esposado—, recibe tres tiros: uno en la cabeza, otro en el tórax y otro en un brazo.
Los responsables de los disparos, el teniente Alan Wallace dos Santos Moreira y el soldado Danilo Gehrinh, fueron arrestados y denunciados por homicidio doloso.
Sin posibilidad de defenderse
Según la Fiscalía, actuaron "por mero sadismo y con absoluto desprecio por la vida humana". El Ministerio Público también indicó que el homicidio se cometió mediante un método que hizo imposible que la víctima pudiera defenderse, pues ya se había rendido y fue sometido por los policías militares cuando repentinamente le dispararon.
En su declaración, los agentes dijeron que el hombre intentó tomar el arma de uno de ellos. Sin embargo, en la grabación no se observa ningún intento de agresión por su parte.
El gobierno de Tarcísio de Freitas afirmó haber tomado medidas inmediatas, como abrir una investigación y apartar a los policías, pero evitó dar detalles sobre lo ocurrido.
Sao Paulo, la capital económica de Brasil, se encuentra en el epicentro de un debate cada vez más acalorado sobre la brutalidad policial. Policías militares y civiles mataron a 814 personas en el 2024, según datos de la propia Secretaría Estatal de Seguridad Pública del estado, que recoge la prensa. Esta cifra representa un aumento del 61,51 % en relación con el 2023, cuando se registraron 504 muertes.