El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció este miércoles que impondrá un arancel muy grande a los chips y semiconductores que ingresan a la nación norteamericana.
"Vamos a imponer un arancel muy grande a los chips y semiconductores" importados al país, expresó el mandatario durante una conferencia de prensa en la Oficina Oval de la Casa Blanca.
Acto seguido, señaló que ese gravamen sería de "aproximadamente el 100 %"; sin embargo, indicó que la medida no se aplicaría a las empresas que se comprometan a fabricar estas piezas en EE.UU., en un afán por lograr que todos los chips utilizados por las grandes tecnológicas se produzcan localmente.
Un ejemplo de ello es Apple, empresa que no saldría afectada por la medida y cuyo CEO, Tim Cook, se encontraba en la rueda de prensa del mandatario.
"La buena noticia para empresas como Apple es que si está fabricando en EE.UU., o se ha comprometido a fabricar, sin duda, se ha comprometido a fabricar en EE.UU., no habrá ningún cargo", enfatizó.
Inversión millonaria
Previamente, en el mismo evento, Trump anunció que Apple invertirá 600.000 millones de dólares adicionales en EE.UU. durante los próximos cuatro años, el último movimiento de la compañía para comprar más componentes de proveedores estadounidenses y evitar la amenaza del presidente de imponer aranceles a los iPhones.
El mandatario afirmó que se trata de "la mayor inversión que Apple ha hecho jamás en Estados Unidos y en cualquier otro lugar". "Eso supone 100.000 millones de dólares más de lo que originalmente iban a invertir", expresó junto a Cook.