La agencia calificadora Fitch Ratings rebajó este viernes hasta 'A+' la calificación internacional de riesgo emisor de largo plazo en moneda extranjera de Francia, que hasta el momento se mantenía en el nivel 'AA-'.
La decisión se basa en una serie de factores económicos y políticos que, en conjunto, reflejan un deterioro en la capacidad de la nación europea para mantener sus finanzas públicas sostenibles a largo plazo.
Aumento del endeudamiento público
Fitch estima que la deuda pública de Francia seguirá en aumento, pasando de 113,2 % del PIB en 2024 a 121 % en 2027. Incluso, la cifra de este año ya duplica el promedio de los países con calificación 'A', y su proyectado incremento limita la capacidad del Estado para responder a futuras crisis económicas sin agravar aún más sus finanzas públicas.
Fragmentación política interna
Desde las elecciones legislativas anticipadas de 2024, Francia ha tenido tres gobiernos diferentes. "La derrota del Gobierno en una moción de confianza ilustra la creciente fragmentación y polarización de la política interna", concluye Fitch.
La inestabilidad política, a su vez, complica la posibilidad de implementar reformas fiscales profundas y sostenidas, dificultando alcanzar el objetivo de reducir el déficit por debajo de 3 % del PIB antes de 2029.
Historial fiscal débil
Francia ha mostrado una baja disciplina fiscal en las últimas dos décadas. Solo en tres de los últimos 20 años ha logrado un déficit inferior a 3 % del PIB, y no ha registrado un superávit primario desde 2001. Esto refleja una tendencia estructural de gasto excesivo, que compromete la credibilidad del país ante los mercados financieros.
Déficit elevado para 2025
Aunque el Gobierno francés prevé una reducción del déficit a 5,4 % del PIB en 2025 (que Fitch estima en 5,5 %), gran parte del ajuste se basa en medidas temporales, como impuestos excepcionales a grandes empresas e individuos de altos ingresos. Fitch considera este déficit como alto, en comparación con la media de la eurozona (2,7 %) y con los países del mismo nivel crediticio ('A'), donde representa 2,9 %.
Incertidumbre sobre el camino de consolidación fiscal
Fitch anticipa que los déficits fiscales de Francia seguirán por encima de 5 % del PIB hasta 2027. Las negociaciones sobre el presupuesto podrían debilitar aún más las propuestas de ajuste fiscal, especialmente si no se aprueba un nuevo presupuesto antes de fin de año, lo que dejaría al país en un escenario de gasto limitado ('services votés').
Rigideces fiscales estructurales
Francia enfrenta grandes obstáculos para ajustar su gasto público, debido a una carga tributaria ya elevada (45,6 % del PIB, la más alta de la UE) y a un alto nivel de gasto social (32 % del PIB). Las reformas anteriores para reducir este gasto han tenido poco éxito y han enfrentado una fuerte resistencia social.
Factores estructurales y económicos mixtos
Aunque Francia cuenta con una economía grande y diversificada, y tiene instituciones sólidas, su potencial crecimiento es limitado. Fitch estima un crecimiento del PIB real de apenas 0,6 % en 2025, con una subida gradual hasta 1,2 % en 2027, reflejando un entorno de bajo dinamismo económico a largo plazo.
A pesar de los desafíos fiscales y políticos, Francia mantiene una posición externa sólida, con altos estándares de gobernanza. Su balanza de cuenta corriente está casi equilibrada y goza de buena reputación internacional, lo que le permite mantener acceso a financiamiento con condiciones favorables. Sin embargo, estos factores no compensan completamente los riesgos fiscales crecientes.
- La noticia se produce tras el colapso del Gobierno del primer ministro François Bayrou, ocurrido el lunes por la noche. Aunque Macron nombró al entonces titular de Defensa, Sébastien Lecornu, como nuevo jefe de Gobierno, Francia se enfrenta a un nuevo periodo de tensión social ante la posibilidad de nuevos recortes en el sistema de bienestar social.