Las organizaciones criminales de México encontraron en la instalación de cámaras ilegales de vigilancia en las calles una nueva forma de tratar de mantener el control de los territorios en donde operan, reveló el diario Milenio.
En un amplio reportaje, el medio explicó que las autoridades han reforzado operativos para desmantelar las "narcocámaras" callejeras. Los datos obtenidos a través de informes oficiales demuestran el creciente impacto de esta modalidad, ya que de enero a mayo de 2025 se desinstalaron 1.807 aparatos que tienen una alta capacidad tecnológica.
Esto representa una cifra histórica y un aumento del 422 % con respecto a las 346 cámaras que se detectaron en los últimos 14 años en todo el país y que incluso pueden ser inalámbricas. Con este recurso, los criminales pueden obtener imágenes panorámicas, acercamientos, visión nocturna, luces infrarrojas o hacer transmisiones en tiempo real.
Los estados en donde se han encontrado mayor cantidad de aparatos son Guanajuato (572); Veracruz (285); Baja California (284); Jalisco (176) y Sinaloa (150), territorios disputados por grupos como el Cártel de Santa Rosa de Lima, el Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel de Sinaloa, Mafia Veracruzana, entre otras.
Las organizaciones criminales instalan los equipos de videovigilancia clandestina en postes de luz, teléfono, árboles, comercio y gasolinerías, lo que les permite saber tanto los movimientos de las fuerzas de seguridad como los de sus rivales.
El primer periodo del que se tiene reporte de operativos para sacar las "narcocámaras" es de 2011, cuando se detectaron nueve aparatos pero luego hubo años en los que ni siquiera se reportó una sola. El incremento se registró a partir de 2021, cuando se desarmaron decenas de equipos aunque hoy ya suman miles.
