La destituida expresidenta de Perú, Dina Boluarte, dejó su cargo con un deshonroso récord: ser la gobernante menos popular del mundo, con una aprobación inferior al 3 %.
De acuerdo a un sondeo de la empresa CPI, presentado en septiembre por RPP, la desaprobación de la ahora exmandataria era de 93,8%, la cifra más baja para la evaluación de un presidente en funciones.
Más en detalle, el rechazo a la gestión de Boluarte se disparaba a 95,3 % en Lima y rondaba el 92, 8 % en regiones del interior del país. En contraste, solo la respaldaba 2,5 % de la población a nivel nacional, mientras que otro 3,8 % decidió no pronunciarse al respecto.
Los números no sorprenden. La polémica sucesora de Pedro Castillo arrastraba dramáticas cifras de desaprobación desde el inicio de su gestión. A finales del año pasado, sin embargo, desestimó la fiabilidad de las encuestas con una controvertida frase.
"Cuando las personas allá en Lima dicen '3 % de aprobación de la presidenta', ¿nosotros qué les decimos? Yo solamente sonrío y digo: 'Señor, perdónalos, porque no saben lo que dicen ni lo que encuestan'", declaró durante una visita a su pueblo natal, Chalhuanca, en el departamento de Apurímac.
En la madrugada de este viernes, Congreso de Perú aprobó una moción de vacancia contra Boluarte por permanente incapacidad moral, en medio de una ola de inseguridad que azota el país. El presidente del Congreso, José Jerí, asumió su cargo, según establece la legislación del país.