El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, aclaró sus recientes declaraciones sobre los próximos cambios en ChatGPT, después de la gran repercusión que generó su decisión de flexibilizar las restricciones y permitir el contenido erótico para adultos verificados.
Altman explicó que el ejemplo se malinterpretó y que el objetivo principal es ofrecer más libertad a los usuarios adultos, no centrar la atención en ese tipo de contenido. "Se suponía que era solo un ejemplo de cómo permitimos mayor libertad a los usuarios adultos", escribió en su cuenta de X, añadiendo que OpenAI continuará priorizando la seguridad, especialmente cuando se trata de usuarios adolescentes y temas de salud mental.
"No somos la policía moral"
Altman subrayó que la compañía mantendrá políticas estrictas de protección a menores y afirmó que han "decidido priorizar la seguridad sobre la privacidad y la libertad de los adolescentes" y que no habrá flexibilización en cuestiones vinculadas a la salud mental.
"Se trata de una tecnología nueva y potente, y creemos que los menores necesitan una protección significativa", señaló. En paralelo, defendió el principio de "tratar a los usuarios adultos como adultos", argumentando que la libertad de uso responsable es una parte esencial de la misión de OpenAI.
El ejecutivo destacó además que OpenAI no pretende actuar como una autoridad moral, sino promover un uso seguro y responsable de la tecnología: "No somos la policía moral elegida del mundo", aseveró Altman, comparando la política de uso de la IA con los sistemas de clasificación por edades en el cine.