Las Fuerzas Armadas de Rusia han llevado a cabo en la madrugada de este viernes un ataque masivo con armas de alta precisión y de largo alcance contra objetivos del complejo industrial militar ucraniano e infraestructura energética que asegura su funcionamiento.
El Ministerio de Defensa ruso ha detallado que la ofensiva se efectuó "en respuesta a los ataques terroristas de Ucrania contra objetivos civiles en territorio de Rusia".
Durante el ataque se emplearon, entre otras armas, los misiles hipersónicos aerobalísticos Kinzhal, capaces de volar a velocidades 10 veces superiores a la del sonido y maniobrar en todos los tramos de su trayectoria portando ojivas de unos 500 kilos. También se utilizaron drones de combate.
En la noche, el régimen de Kiev llevó a cabo un ataque masivo de drones contra la región rusa de Krasnodar, en el sur del país. El gobernador local, Veniamín Kondrátiev, denunció daños en una refinería de petróleo, 4 complejos residenciales y 2 viviendas privadas en la ciudad de Novorossíisk, así como en un buque civil en el puerto de la urbe, donde tres miembros de la tripulación resultaron heridos.
Además, un hombre terminó hospitalizado cuando los restos de uno de los drones impactaron en su apartamento en uno de los edificios afectados por el ataque. Según datos del Ministerio de Defensa, 66 drones ucranianos fueron derribados en Krasnodar y 59 más sobre el mar Negro a lo largo de la última noche.
Todo sobre el Kinzhal, la 'daga' aérea rusa capaz de burlar todos los sistemas de defensa, en este artículo


