Tras la detención este martes de tres sospechosos de fraude en contrataciones públicas, entre ellos la ex alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores Federica Mogherini (2014-2019), en el servicio diplomático del bloque se nota que la noticia los ha tomado completamente por sorpresa, reporta Le Monde.
De acuerdo con el medio, funcionarios diplomáticos de la UE parecían intentar descifrar lo sucedido. "En el servicio diplomático, el martes daba la impresión de que todos caían de las nubes y trataban de entender lo que pasaba", escribe Le Monde.
La Comisión Europea declinó hacer comentarios sobre la investigación en curso, mientras que Herman Van Rompuy, presidente del Colegio de Europa, en Brujas, donde se llevaron a cabo registros, aseguró desconocer el asunto e indicó que solo se le informó de los allanamientos varias horas después que se realizaran. De igual modo, Josep Borrell, alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad entre 2019 y 2024, se negó a pronunciarse acerca del caso.
"Puro favoritismo"
De acuerdo con diferentes medios, otros sospechosos serían el exsecretario del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) Stefano Sannino (2021-2025) y un funcionario del Colegio de Europa, cuya identidad aún se desconoce.
Los detenidos están siendo interrogados bajo sospecha de fraude en contrataciones, corrupción y conflicto de intereses, en un presunto caso de malversación de fondos públicos de la SEAE y del Colegio de Europa durante 2021 y 2022. La investigación también abarca sospechas de favoritismo y una posible competencia desleal en la adjudicación, por parte del SEAE al Colegio de Europa, de un programa de formación destinado a los futuros diplomáticos europeos, iniciativa que fue lanzada bajo la responsabilidad de Borell y aprobada oficialmente en mayo de 2024.
Según fuentes, la investigación se abrió a raíz de denuncias de que el SEAE y el Colegio de Europa habrían desviado fondos públicos europeos en 2021 y 2022, y de que miembros de la institución tuvieron acceso a información confidencial relativa a la convocatoria de licitación para la acogida de una nueva cohorte, cosa que debía permanecer en secreto para garantizar una competencia equitativa entre las instituciones interesadas.
En 2020, Van Rompuy fue criticado por su apoyo incondicional a la candidatura de Mogherini para ser rectora del Colegio de Europa, a pesar de su falta de experiencia en gestión y en el ámbito académico. Le Monde transmite que la diplomática fue elegida entre una treintena de candidatos, de los cuales solo cinco fueron entrevistados, al gozar del "puro favoritismo". Según informes, Van Rompuy actuó entonces con la aprobación de Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, organismo que proporciona al Colegio de Europa la mitad de su financiación.
