La alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, comentó este sábado la nueva estrategia de seguridad de EE.UU., en la que se cuestiona duramente a los líderes europeos por sus políticas migratorias, por la restricción a la libertad y la supresión de la oposición, poniendo en duda su fiabilidad a largo plazo como socios del país norteamericano y llegando a cuestionar la pervivencia de la "civilización" europea.
Preguntada durante un debate en el Foro de Doha si considera, tras leer el documento, que Washington ve a Europa como "enemigo", Kallas respondió: "Yo no lo he leído así", si bien admitió que algunas de las críticas son "ciertas", como la de que Europa "ha estado subestimando su propio poder frente a Rusia". "Deberíamos sentirnos más seguros de sí mismos", señaló, recalcando que EE.UU. "sigue siendo nuestro mayor aliado".
La jefa de la diplomacia europea, que es una de las defensoras más acérrimas del régimen de Kiev, se refirió en su comentario a la parte del texto, firmado por el presidente del país, Donald Trump, en la que se afirma que Europa carece de "autoconfianza" frente a Rusia. Según indica el documento, "los aliados europeos disfrutan de ventajas significativas frente a Rusia en términos de poder duro en casi todos los aspectos, con la excepción de las armas nucleares".
Por otro lado, el texto critica el enfoque europeo en relación con el conflicto ucraniano, indicando que funcionarios europeos tienen "expectativas poco realistas" y se apoyan en "gobiernos minoritarios inestables, muchos de los cuales pisotean los principios básicos de la democracia para reprimir a la oposición". "Una gran mayoría europea desea la paz, pero ese deseo no se traduce en políticas", agrega.
Al mismo tiempo, el documento critica a los países europeos por sus políticas ambientales, que describe como "ideologías del 'cambio climático'", y por sus enfoques, que considera contrarios a la libertad de expresión.
"Queremos que Europa siga siendo europea, que recupere su confianza civilizacional y que abandone su fallido enfoque en la asfixia regulatoria", dice el informe que define los objetivos centrales de la política exterior estadounidense.
Según la nueva estrategia, el objetivo de Washington debería ser "ayudar a Europa a corregir su trayectoria actual", respaldando a las fuerzas tradicionales, ya que, considera que "si las tendencias actuales continúan, el continente será irreconocible en 20 años o menos".


