Colombia manifestó su rechazo al uso de la fuerza durante una reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el que se debatió las hostilidades de EE.UU. contra Venezuela.
"Colombia rechaza de manera categórica cualquier amenaza de uso a la fuerza y el recurrir a vías de hecho como medio para resolver diferencias", dijo el representante de Bogotá en el foro.
Indicó que la escalada de acciones de carácter militar "no solo incrementa el riesgo de un conflicto de mayores proporciones, sino que, a la vez de ser contrarias al derecho internacional, socava los esfuerzos colectivos de prevención de conflictos y la estabilidad regional".
Añadió que el uso de la fuerza, así como las medidas coercitivas unilaterales que no se alinean con la Carta de las Naciones Unidas ni con las decesiones del organismo, "socavan el estado de derecho y no pueden sustituir al diálogo, la diplomacia preventiva ni a los mecanismos pacíficos de solución de controversias", los cuales deben ser la "prioridad" en toda actuación entre los países.
Zona de paz
El diplomático agregó que las acciones de EE.UU. en el Caribe, con el amplio despliegue militar frente a las costas de Venezuela, "están generando tensiones en una región que, hasta ahora, se ha caracterizado por la estabilidad y la convivencia pacífica".
"América Latina y el Caribe se ha proclamado como una zona de paz, sustentada en principios claros: la proscripción de la amenaza y el uso de la fuerza, la solución pacífica de controversias, la promoción del diálogo y el multilateralismo, el respeto irrestricto a la soberanía y la integridad territorial, al no injerencia en los asuntos internos de los Estados y el derecho inalienable de los pueblos a la autodeterminación", enfatizó.
El representante colombiano mencionó que su país es plenamente consciente de que la delincuencia organizada transnacional, incluyendo el narcotráfico, "constituye una amenaza significativa para alcanzar sociedades pacificas e inclusivas"; sin embargo, consideran que "en ningún caso se deben permitir respuestas extrajudiciales", como las ocurridas por parte de EE.UU. en el Caribe y el Pacífico.
Por ello, llamó a fortalecer la "cooperación y coordinación" entre las naciones para combatir, en cumplimiento estricto de las obligaciones internacionales, todas las manifestaciones del delito transnacional.
En su discurso dejó un claro mensaje al organismo de la ONU: "Toda acción u omisión que no esté orientada a la paz no debe pasar impávida ante este Consejo, que tiene la responsabilidad de alzar la voz y promover acciones coherentes, con su mandato de mantener la paz y la seguridad internacionales".
Venezuela bajo el asedio de EE.UU.
- Desde agosto pasado, EE.UU. mantiene el mayor despliegue militar de las últimas décadas en las aguas del Caribe, con presencia sostenida de activos navales y aéreos. En un primer momento, Washington justificó esta operación bajo el argumento del supuesto combate al narcotráfico, responsabilizando, sin presentar pruebas, al Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de contribuir a ese delito.
- Con el paso de los meses, la narrativa oficial de Washington ha experimentado un giro previsible. Tal como había denunciado el Gobierno venezolano, el supuesto foco en el narcotráfico ha dado paso a un discurso abiertamente centrado en el control y la apropiación ilegal de los recursos energéticos del país suramericano, en un contexto de creciente presión económica y amenazas de uso de la fuerza. En las últimas semanas, ha EE.UU. ha incautado al menos dos buques petroleros, en un acto tildado por Caracas de "robo" y piratería".
- La operación militar estadounidense también ha tenido consecuencias letales. Más de 100 personas han muerto como resultado de más de una veintena de bombardeos contra pequeñas embarcaciones en aguas del Caribe y el Pacífico, sin que EE.UU. haya demostrado públicamente la vinculación de estas con actividades ilícitas.
- Frente a estas acciones, Caracas anunció que acudirá este martes al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para denunciar lo que califica como agresiones militares de EE.UU. y una violación del derecho internacional.
- Desde Rusia, en reiteradas ocasiones han expresado su apoyo a la nación suramericana y han hecho un llamado al pleno respeto del derecho internacional. Así, el presidente ruso, Vladímir Putin, en una conversación telefónica mantenida a principios de diciembre con su par venezolano, manifestó su "solidaridad con el pueblo venezolano" y "reafirmó su apoyo al curso del Gobierno" de Maduro, "orientado a defender los intereses nacionales y la soberanía en condiciones de creciente presión externa". También subrayó que Venezuela "merece absoluto respeto en su lucha legítima por la defensa de su soberanía e independencia.
- China también repudió cualquier acción que "infrinja la soberanía y la seguridad de otros países o constituya actos unilaterales de intimidación".
- El presidente Nicolás Maduro remitió previamente una carta a los Estados miembros de las Naciones Unidas, en la que alertó sobre "una escalada de acciones de extrema gravedad por parte del Gobierno de EE.UU.". Advirtió que estas operaciones amenazan con desestabilizar a toda la región del Caribe y al sistema internacional en su conjunto.



