¡Estimados ciudadanos de Rusia! ¡Queridos amigos! En estos instantes, cuando el nuevo año está a punto de llegar, todos percibimos el transcurso del tiempo.
El futuro se abre ante nosotros, y en gran medida, depende de cada uno cómo habrá de ser. Confiamos en nuestras propias fuerzas, en quienes caminan a nuestro lado, en aquellos que nos son cercanos y queridos. Siempre estamos dispuestos a arrimar el hombro a quienes lo necesitan. Esta solidaridad mutua nos da la firme convicción de que todo lo proyectado, nuestras esperanzas y aspiraciones, habrá de cumplirse.
Cada uno de nosotros alberga sueños y propósitos propios, únicos e irrepetibles, pero todos ellos están ligados al destino de nuestra patria y al sincero anhelo de servirla.
Juntos somos el pueblo de Rusia. El trabajo, los éxitos y los logros de cada ciudadano conforman nuevos capítulos de su historia milenaria. La solidez de nuestra unidad es la base de la soberanía y la seguridad de la patria, de su desarrollo y de su porvenir.
El Año Nuevo simboliza, ante todo, la fe en lo mejor, en el bien y en la buena suerte. Es una fiesta irrepetible y mágica, en la que los corazones se abren al amor, a la amistad y a la misericordia, a la sensibilidad y a la generosidad. En estos días procuramos brindar atención, consuelo y apoyo a quienes más lo necesitan.
Y, por supuesto, expresamos con palabras y hechos nuestro respaldo a nuestros héroes, a los participantes de la operación militar especial. Ustedes asumieron la responsabilidad de defender su tierra natal, la verdad y la justicia. Les aseguro que millones de personas en toda Rusia, en esta noche de Año Nuevo, están con ustedes: piensan en ustedes, los apoyan y depositan en ustedes su esperanza. Nos une un amor sincero, desinteresado y leal a Rusia.
Felicito a todos nuestros soldados y comandantes por el Año Nuevo que está a punto de llegar. Creemos en ustedes y en nuestra victoria.
Queridos amigos, dentro de unos instantes escucharemos las campanadas que anunciarán la llegada del nuevo año. Lo recibimos junto a quienes más queremos: nuestros hijos, padres, amigos y compañeros de armas. Y sentimos cerca incluso a aquellos que hoy se encuentran lejos.
Deseo a todos salud y felicidad, comprensión mutua y prosperidad. Y, sin duda, amor como fuente de inspiración. Que nuestras tradiciones, nuestra fe y nuestra memoria unan a todas las generaciones y sean un pilar en el que apoyarnos siempre. Juntos somos una gran familia fuerte y unida. Por ello continuaremos trabajando y creando, alcanzando los objetivos propuestos y avanzando con determinación hacia el futuro, por nuestros hijos y nietos, por el bien de nuestra gran patria.
¡Feliz Año Nuevo, queridos amigos! ¡Feliz 2026!
