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La CIA invirtió 15 millones de dólares en una prisión secreta 'de torturas' en Polonia
A principios de 2003, la CIA invirtió 15 millones de dólares en la creación de una cárcel secreta para presuntos terroristas en el territorio de Polonia, según denuncia el periódico 'The Washington Post'.
Según publica el diario, EE.UU. y Polonia formalizaron un acuerdo que permitió a la CIA utilizar la remota población polaca de Stare Kiejkuty, al norte de Varsovia, como prisión secreta para interrogar a sospechosos terroristas de Al Qaeda.
Los servicios de inteligencia polacos recibieron así fondos adicionales, mientras que la agencia estadounidense pudo tener a su disposición una ubicación perfecta para su operación encubierta, según indicaron a 'The Washington Post' exfuncionarios de la CIA bajo la condición de mantenerse en el anonimato.
La prisión de la CIA en Polonia fue sin duda la más importante de todos los emplazamientos encubiertos creados por la agencia después de los ataques del 11-S. Además, fue la primera de las tres cárceles secretas de la agencia en Europa y donde estuvieron recluidos los primeros sospechosos de los atentatos de 2001. Entre ellos figuraba también Khalid Sheik Mohammed, autoproclamado cerebro de aquellos ataques terroristas.
Gran parte de las infromaciones sobre la creación y el funcionamiento de la prisión de la CIA en el país europeo todavía permanecen envueltas en el misterio, ya que se trata de cuestiones que están clasificadas como secretos de Estado por el Gobierno de EE.UU. Pero lo que sucedió en Polonia hace más de una década continúa reverberando y el debate sobre el programa de interrogatorios de la CIA en el lugar está a punto de ser revisado.
El Comité Selecto del Senado sobre Inteligencia de EE.UU. está preparando la publicación de un exhaustivo informe sobre el programa de interrogatorios de la CIA y para dilucidar si el Congreso fue mal informado sobre una serie de aspectos de las actividades de la agencia.
En diciembre pasado, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos estudiaba si Polonia violó el derecho internacional y participó en torturas al albergar a su aliado estadounidense en su territorio. Está previsto que su veredicto al respecto se pronuncie este año, publica 'The Washington Post'.
Los detenidos en esta prisión secreta fueron sometidos a distintas formas de abusos, bautizadas por los agentes de la CIA con el eufemismo "técnicas mejoradas de interrogatorio". Estas incluían bofetadas, la privación del sueño y el 'waterboarding', técnica de verter agua sobre la cara envuelta del detenido para crear la sensación de ahogo.
En septiembre de 2003, la cárcel se cerró. La CIA transfirió a todos los reos a Rumania, Marruecos y, más tarde, a Lituania.
Los servicios de inteligencia polacos recibieron así fondos adicionales, mientras que la agencia estadounidense pudo tener a su disposición una ubicación perfecta para su operación encubierta, según indicaron a 'The Washington Post' exfuncionarios de la CIA bajo la condición de mantenerse en el anonimato.
La prisión de la CIA en Polonia fue sin duda la más importante de todos los emplazamientos encubiertos creados por la agencia después de los ataques del 11-S. Además, fue la primera de las tres cárceles secretas de la agencia en Europa y donde estuvieron recluidos los primeros sospechosos de los atentatos de 2001. Entre ellos figuraba también Khalid Sheik Mohammed, autoproclamado cerebro de aquellos ataques terroristas.
Gran parte de las infromaciones sobre la creación y el funcionamiento de la prisión de la CIA en el país europeo todavía permanecen envueltas en el misterio, ya que se trata de cuestiones que están clasificadas como secretos de Estado por el Gobierno de EE.UU. Pero lo que sucedió en Polonia hace más de una década continúa reverberando y el debate sobre el programa de interrogatorios de la CIA en el lugar está a punto de ser revisado.
El Comité Selecto del Senado sobre Inteligencia de EE.UU. está preparando la publicación de un exhaustivo informe sobre el programa de interrogatorios de la CIA y para dilucidar si el Congreso fue mal informado sobre una serie de aspectos de las actividades de la agencia.
En diciembre pasado, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos estudiaba si Polonia violó el derecho internacional y participó en torturas al albergar a su aliado estadounidense en su territorio. Está previsto que su veredicto al respecto se pronuncie este año, publica 'The Washington Post'.
Los detenidos en esta prisión secreta fueron sometidos a distintas formas de abusos, bautizadas por los agentes de la CIA con el eufemismo "técnicas mejoradas de interrogatorio". Estas incluían bofetadas, la privación del sueño y el 'waterboarding', técnica de verter agua sobre la cara envuelta del detenido para crear la sensación de ahogo.
En septiembre de 2003, la cárcel se cerró. La CIA transfirió a todos los reos a Rumania, Marruecos y, más tarde, a Lituania.
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