David Cameron: "El multiculturalismo en Reino Unido ha fracasado"
El multiculturalismo en Reino Unido ha fracasado y con su "tolerancia pasiva" los países occidentales solo animan la radicalización de los musulmanes vulnerables al extremismo. Esto es lo que anunció el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, durante su intervención en la Conferencia Internacional de Seguridad que se está celebrando estos días en la ciudad alemana de Múnich.
El primer ministro británico señaló que los países europeos han sido demasiado tolerantes con quienes rechazan públicamente la democracia y la igualdad de derechos para todos. Cameron pidió a todos los gobiernos "despertar ante lo que está ocurriendo en nuestros países" y promover valores occidentales.
Dijo que muchos jóvenes que se hicieron terroristas se habían visto influenciados inicialmente por los denominados "extremistas no violentos" (que no abogan por la violencia, aunque tampoco la combaten). Dijo que esos jóvenes no se convierten en terroristas en un solo día, pero se puede observar el proceso de su radicalización. Señaló que en muchas mezquitas promueven abiertamente el extremismo y llamó a prohibir las actividades proselitistas.
"Es hora de dar vuelta la página a las políticas fallidas del pasado. Así que primero, en lugar de ignorar la ideología extremista, nosotros -como gobiernos y sociedades- debemos enfrentarlo, en todas sus formas", sostuvo. Dijo que la "tolerancia pasiva" debe ser reemplazada por un "liberalismo activo" para demostrar que "el concepto de guerra santa, la denominada 'yijad', es una interpretación incorrecta del islam".
Sus comentarios se hacen eco de las declaraciones expresadas por la canciller alemana, Angela Merkel, en octubre pasado. La líder de la conservadora Unión Cristiano Demócrata declaró públicamente que todos los esfuerzos de su país por construir una sociedad multicultural habían "fracasado completamente". Al igual que Cameron, Merkel señaló que la integración de los extranjeros en la sociedad alemana será imposible hasta que ellos no reconozcan los valores fundamentales (como la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, entre otras cosas) y no aprendan a hablar el idioma "con soltura y sin acento".