Los manifestantes celebran la inminencia de la posible salida de Mubarak
El presidente de Egipto podría abandonar su cargo esta misma noche transfiriendo sus poderes al vicepresidente, Omar Suleimán. De acuerdo con un comunicado emitido por el Consejo Supremo del Ejército, se cumplirán todas las exigencias del pueblo y los militares participarán en la salida de la crisis de poder. El Ejército también se prepara para “proteger al pueblo”. Por su parte, los adversarios del régimen que se congregan en la plaza Tahrir, ahora demandan también la dimisión del Gobierno en pleno y del recién nombrado sucesor del presidente.
No obstante, y a pesar de los rumores que recorren la plaza y del supuesto comunicado oficial, otras fuentes desmienten que la salida del poder de Mubarak sea tan inminente o que esa información sea cierta. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, afirma que el desarrollo de los acontecimientos sigue su curso en Egipto, pero no ha confirmado la existencia de ningún informe que avale que Mubarak vaya a dejar su cargo.
Los disturbios en Egipto no han cesado desde el 25 de enero pese a los esfuerzos de los políticos por estabilizar la situación, provocando diversas reacciones entre los líderes de varios países.
El rey de Arabia Saudita, Abdullah bin Abdul Aziz Al Saud, llamó al presidente de EE. UU., Barack Obama, a que apoyara al régimen de Hosni Mubarak. En una conversación telefónica el pasado 29 de enero, el líder del país árabe dijo a su homólogo norteamericano que Estados Unidos debería hacer todo lo posible para que el dirigente de Egipto permaneciese en su cargo hasta el final de su mandato (previsto para septiembre).
Abdullah recordó a Obama que Hosni Mubarak no es sólo el principal aliado de los dos países en la región, sino también su amigo, y prometió que iba a enviar 1.500 millones de dólares cada año a Mubarak del presupuesto de Arabia Saudita si los estadounidenses suspenden sus ayudas económicas al país.
La Casa Blanca no emitió ningún comentario sobre la conversación telefónica de los líderes de Estados Unidos y Arabia Saudita.
El 17º día de protestas en Egipto estuvo marcado por la continuación de las manifestaciones en la Plaza Tajrir de El Cairo y las protestas de las agrupaciones laborales. Los participantes en los disturbios en la capital del país una vez más llamaron a la inmediata dimisión de Mubarak, mientras que los estudiantes, médicos, funcionarios del transporte público y unos 3.000 abogados presentaron sus demandas de origen económico y laboral.
El viernes 11 de febrero se prevé una protesta todavía más multitudinaria a favor de la dimisión del actual mandatario y los organizadores incluso han lanzado un llamamiento a través de Internet para que los egipcios que viven fuera del país vuelvan a su patria y se unan a las protestas.
Desde el 25 de enero, cuando comenzaron los disturbios en el país árabe, las autoridades de Egipto trataron de negociar con los representantes de los manifestantes, aunque sin obtener éxito alguno.