Los indignados llaman al timbre de los millonarios
Cientos de manifestantes del movimiento 'Ocupa Wall Street' marcharon por el barrio residencial donde viven algunos de los millonarios más famosos de Nueva York. Los activistas se plantaron ante mansiones de lujo de altos ejecutivos y financieros para dar un nuevo aldabonazo a sus conciencias y exigirles que paguen más impuestos.
Uno de las paradas en su itinerario fue la casa de Rupert Murdoch, fundador del gigante mediático News Corporation. "¡Rupert Murdoch, paga tus impuestos!", exclamaron los indignados frente a su apartamento, uno de los más caros de la ciudad.
Los manifestantes también enfilaron hacia la emblemática Park Avenue, donde 'visitaron' las casas del director ejecutivo del banco JP Morgan Chase, Jamie Dimon; el financiero y hombre más rico de Nueva York, David Koch; y John Paulson, presidente del fondo de inversión que lleva su nombre.
El único funcionario que reaccionó a la marcha fue Paulson, que emitió un comunicado en el que recordó que él y la empresa que preside "han pagado cientos de miles de dólares en impuestos y han creado más de cien empleos".
Sin embargo, los manifestantes insisten en que el 99 % de los estadounidenses trabaja para que el 1% se enriquezca cada vez más.
Los integrantes de 'Ocupa Wall Street' se muestran optimistas sobre la creciente fortaleza de su movimiento y aseguran que nadie les va a parar. "Cada vez nos arrestan más y aparecemos con más gente. En Brooklyn la Policía ha detenido a unas 600 personas, hasta a unos chicos de 12 años, pero tres días después de este incidente salieron a la calle 20.000 de personas para demostrar al mundo que crecemos", comentó Lucas Vázquez, un activista del movimiento.
Asimismo, unas 130 personas fueron detenidas en Boston por participar en una manifestación no autorizada en protesta contra la política del Gobierno federal y los gigantes financieros del país.
Las detenciones se realizaron después de que los manifestantes se negaran a dispersarse.
El movimiento originado a mediados de septiembre pasado en Nueva York ya se ha extendido a 33 ciudades, según los organizadores.