Nicaragua no quiere que EE. UU. meta mano en su proceso electoral

El gobierno de Nicaragua rechazó la solicitud de Estados Unidos para acreditar a funcionarios de la embajada norteamericana en Managua como observadores en los comicios presidenciales y legislativos del próximo 6 de noviembre. Según argumentó el canciller de Nicaragua, Samuel Santos, los diplomáticos estadounidenses no pueden inmiscuirse en los asuntos internos del país donde residen.

Raúl Arévalo Alemán, director del diario 'La Jornada', asegura que Washington tiene interés en la región, pero que sólo el pueblo de Nicaragua debe decidir cómo serán organizadas las elecciones. El periodista sostiene que desde el año 1984, “cuando se dio la situación irregular entre EE.UU. y Nicaragua por la guerra de los contras”, EE. UU. ha estado presente en la región, haciendo caso omiso al fallo de la Corte Internacional de la Haya que prohíbe cualquier intromisión violenta en los asuntos internos de Nicaragua.

“Sin embargo, aceptar a los observadores, tanto de EE. UU. como de otros sitios, se convirtió en una costumbre en Nicaragua”, explica Alemán, que recuerda que el país norteamericano tuvo su observación a través del Centro Carter. “Ahora están solicitando que concedan estatus acreditado de observador electoral a la misión diplomática”, algo que “se contradice con los estándares internacionales de observación”, concluye.