La clase política colombiana señala el camino a las FARC
Los políticos colombianos y los expertos independientes son unánimes en su sugerencia a la guerrilla para que siga los pasos de ETA, cese su lucha contra el Gobierno y entregue las armas. Una ola de comentarios se ha sucedido tras la confirmación de que el máximo dirigente de las FARC, Guillermo León Sáenz, alias ‘Alfonso Cano’, fue abatido en un operativo militar.
Fue el ex presidente de Colombia, Andrés Pastrana, el primero en comparar el destino de la guerrilla con la de la banda terrorista ETA, que recientemente anunció el cese de su actividad armada. Según opinó el veterano político, la pérdida de su líder obligaría a las FARC a reconsiderar su quehacer, sentarse seriamente a pensar en dejar las armas, entregarlas y llegar a un acuerdo para reintegrarse a la sociedad.
La propia noticia la recibió, dice, con satisfacción, por mucho que le sea “triste decirlo porque muere un humano”. No obstante, puede ser prematuro hablar de que ha llegado “el fin-fin” de las FARC, advierte Pastrana. Todavía quedan algunos líderes, que se suceden. “De ahí la importancia de que esa guerrilla se siente a repensar en su inmediato futuro que no puede ser otro que el de la entrega de las armas”, afirmó el estadista colombiano.
El alcalde electo de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, también se ha pronunciado al respecto, diciendo que para la guerrilla “las vías del diálogo son las únicas”, mientras que “el camino de la guerra solo ha dejado kilómetros de tumbas”. La opinión de Petro es de importancia, a sabiendas de que él mismo fue en su juventud miembro de la guerrilla, y participó en el Movimiento 19 de Abril (M-19), una de las fuerzas de la lucha clandestina contra los fraudes electorales de los años 70 y 80 del siglo pasado.
Agónico final
A su vez el ex alto comisionado de paz durante el gobierno de Pastrana, Camilo Gómez, calificó lo que había sucedido en el país durante la última década de “una agonía lenta, pero agonía” de la guerrilla. A su juicio, todos los que persisten en la lucha armada contra el Gobierno “deben saber que nada más pueden esperar”. “A un líder lo sigue otro —dijo—, pero líder que salga terminará detenido o tendrá la triste suerte de Cano, de Jojoy, de Reyes y de otros".
Un ex ministro de Defensa y el actual jefe del Partido Liberal, Rafael Pardo, asimismo ve en la muerte de ‘Alfonso Cano’ un mensaje “que la lucha de los subversivos termina así”.
Su rival político del Polo Democrático Alternativo, Jaime Dussán, se expresa de una forma más pesimista y cruda. Él opina que la muerte del líder guerrillero aleja la posibilidad de una salida negociada al máximo conflicto colombiano. “’Alfonso Cano’ era el mejor negociador”, explica. Por esta razón “las FARC deben entregarse o si no es posible que los maten a todos”, dice Dussán.
Juan Lozano Ramírez, el presidente del gobernante ‘Partido de la U’, sugiere a los izquierdistas armados que no esperen a un siguiente operativo: “Llegó el momento de plantear una gran desmovilización”, sostiene.
El politólogo Fernando Giraldo, profesor de la Universidad Javeriana de Bogotá, vaticina que el éxito de este viernes tendrá un efecto desmoralizador en las filas de la guerrilla, hasta el punto de que pueda incrementar la deserción entre sus integrantes.