Colombia espera unas liberaciones sin derramar una gota de sangre
La ex senadora colombiana y líder del movimiento Colombianos y Colombianas por la Paz, Piedad Córdoba, defendió este viernes los procesos de liberación de secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que se han llevado a cabo durante los últimos años "sin derramar una gota de sangre", ante las críticas que califican el proceso de "'show' mediático".
Córdoba enfatizó: "Aquí no hay ningún 'show' mediático, porque precisamente no se trata de la operación Jaque (julio 2008), sino de una operación de carácter humanitario", dijo en declaraciones al canal TeleSur.
Córdoba también defendió la presencia de Mujeres del Mundo por la Paz, debido al carácter humanitario de la operación y la propia solicitud de las FARC, como garantía del desarrollo del proceso de liberaciones sin ningún contratiempo.
A pesar de la negativa del Gobierno a la participación de personajes internacionales en el proceso de liberaciones, el viernes arribaron al país dos de las integrantes del grupo Mujeres por la Paz y este sábado llega la premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú.
El Gobierno tampoco quiere un 'show'
Tras reiterar que la aspiración del Gobierno es que los 10 policías y militares en poder de las FARC sean entregados en los primeros días de la Semana Santa, la canciller María Ángela Holguín dijo que sería "lamentable" que la guerrilla retrasara la liberación.
"Quisiera que no se fuera a dar en el momento de la Cumbre de las Américas. No queremos un 'show'", señaló la ministra al referirse a la posibilidad de que la entrega de los policías y militares se retrase para coincidir con la Cumbre, que se celebra el 14 y 15 de abril en Cartagena.
Córdoba reveló que después de estas liberaciones se le enviará una carta al Ejército de Liberación Nacional (ELN) para que diga públicamente cuántos secuestrados tienen en su poder, con el fin de iniciar un proceso de diálogo epistolar para liberarlos.
Piedad Córdoba agregó que está a la espera del permiso del Gobierno para poder iniciar una visita a los presos de las guerrillas en 11 cárceles.