Ecuador prohíbe a sus militares graduarse en la Escuela de las Américas
Durante una alocución televisada el presidente de Ecuador, Rafael Correa, tachó al recinto de “escuela de triste recordación” y firmó un decreto en el que se prohíbe a todo uniformado ecuatoriano acudir a formarse a ese centro. Por contra al instituto, más conocido como la Escuela de las Américas —el nombre oficial que llevó entre 1963 y 2001— el mandatario propuso crear la “Escuela de nuestra América”, cuyos graduados no cometerían tantos crímenes de lesa humanidad como los discípulos de Fort Benning.
Más tarde Correa presentará su idea de fundar una academia “basada en el respeto de los derechos humanos, de la dignidad, de la soberanía de nuestros pueblos” a otros líderes de la Unasur. Sería “una escuela de formación militar, no de formación policial”, afirmó el gobernante.
“La Escuela de las Américas es una escuela tenebrosa para América Latina”, dijo Correa. “Se formó después de la segunda guerra mundial para preparar oficiales latinoamericanos en la guerra fría, en la guerra contra el comunismo, contra la insurgencia”. Agregó que le ha visitado esta semana un grupo de activistas del organismo no gubernamental SOA Watch que abogaba por el cierre del centro de formación estadounidense, y él ha compartido su preocupación por las prácticas de enseñanza con “manuales de tortura”.
“No digo que todos los oficiales que fueron a esa Escuela eran torturadores”, especificó Correa, pero hubo algunos que sí aceptaron seguir esas prácticas. “Tal vez —ironizó— lo más peligroso del mundo sería hacer una reunión de ex alumnos de esa escuela”.
Dos de los graduados de la Escuela de las Américas se desempeñan actualmente como jefes de Estado: el general Otto Pérez Molina en Guatemala y Ollanta Humala en Perú. Pero Correa se limitó con mencionar en su alocución al ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega o el ex asesor de seguridad peruano Vladimiro Montesinos como ejemplos de los habían pasado las clases en la escuela militar estadounidense.