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Álvaro Uribe rechaza las negociaciones de paz con las FARC
El ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe, criticó el acercamiento del Gobierno colombiano con las FARC, y rechaza la concesión de un estatus político a los guerrilleros y su participación política en el país.
Uribe, que durante su gobierno combatió frontalmente a las FARC con apoyo de Estados Unidos, se ha convertido en uno de los mayores críticos del presidente Juan Manuel Santos, asegurando que se equivocó al haberse relajado en la ofensiva militar contra los guerrilleros.
Además, lamenta que el Gobierno haya accedido a dialogar con ellos sobre desarrollo rural, el primer tema de relevancia en las negociaciones de noviembre en La Habana.
“La agenda nacional, el sector rural, no se puede negociar con el terrorismo”, sostuvo Uribe, uno de los más férreos opositores a la posibilidad de que los guerrilleros no paguen por sus crímenes ante la justicia.
“No podemos aceptar lo que ocurrió en algunos países centroamericanos, donde le perdonaron todo a la guerrilla y los llevaron al Parlamento. En esos lugares la guerrilla no era narcotraficante y había una democracia imperfecta. Aquí (en Colombia) hemos tenido una democracia respetable”, dijo el ex mandatario, quien también fue enfático en afirmar que aunque haya condenas reducidas, éstas se deben mantener.
En tanto, el analista internacional, Carlos Aznarez, cree que las criticas de Uribe se deben a que no le conviene que exista paz en el país, ya que saldrían a la luz los crimines de guerra cometidos bajo su mandato.
“Es un hombre vinculado desde siempre al paramilitarismo, al narcotráfico, y por supuesto tiene mucho interés en que el proceso de paz no siga adelante. La paz afectaría directamente a sus intereses que han llevado al pueblo a un verdadero genocidio”, asegura Aznarez.
Asimismo indicó que durante la gestión de Uribe fueron asesinados y secuestrados miles de ciudadanos. “Gran parte de los 6.000.000 de desplazados colombianos que hay en las fronteras y en otros países se deben precisamente a esas políticas ligadas íntimamente al imperialismo norteamericano”, agregó el analista.
Además, lamenta que el Gobierno haya accedido a dialogar con ellos sobre desarrollo rural, el primer tema de relevancia en las negociaciones de noviembre en La Habana.
“La agenda nacional, el sector rural, no se puede negociar con el terrorismo”, sostuvo Uribe, uno de los más férreos opositores a la posibilidad de que los guerrilleros no paguen por sus crímenes ante la justicia.
“No podemos aceptar lo que ocurrió en algunos países centroamericanos, donde le perdonaron todo a la guerrilla y los llevaron al Parlamento. En esos lugares la guerrilla no era narcotraficante y había una democracia imperfecta. Aquí (en Colombia) hemos tenido una democracia respetable”, dijo el ex mandatario, quien también fue enfático en afirmar que aunque haya condenas reducidas, éstas se deben mantener.
En tanto, el analista internacional, Carlos Aznarez, cree que las criticas de Uribe se deben a que no le conviene que exista paz en el país, ya que saldrían a la luz los crimines de guerra cometidos bajo su mandato.
“Es un hombre vinculado desde siempre al paramilitarismo, al narcotráfico, y por supuesto tiene mucho interés en que el proceso de paz no siga adelante. La paz afectaría directamente a sus intereses que han llevado al pueblo a un verdadero genocidio”, asegura Aznarez.
Asimismo indicó que durante la gestión de Uribe fueron asesinados y secuestrados miles de ciudadanos. “Gran parte de los 6.000.000 de desplazados colombianos que hay en las fronteras y en otros países se deben precisamente a esas políticas ligadas íntimamente al imperialismo norteamericano”, agregó el analista.
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