Un satélite de Saturno pudo ser un planeta en su origen
La luna de Saturno Phoebe tiene muchas más características de planeta de lo que se pensaba anteriormente, afirman los científicos estadounidenses que analizaron los datos sobre la química, geofísica y geología de esta luna obtenidos por la sonda Cassini de la NASA.
Los resultados del estudio, publicados en la revista Icarus este mes, están basados en la información recibida por múltiples instrumentos de la nave y en un modelo de Phoebe diseñado por computador, que muestran que la luna era un planetesimal formado por bloques de construcción planetaria.
"A diferencia de los objetos primitivos, como los cometas, Phoebe parece haber evolucionado activamente durante un tiempo antes de que se estancara", dijo Julie Castillo Rogez, científica planetaria del Jet Propulsion Laboratory en Pasadena, California.
Los investigadores se centraron en Phoebe por primera vez en 2004, cuando la sonda Cassini empezó a explorar el sistema de Saturno.
Las imágenes de la Cassini muestran que al originarse en el lejano Cinturón de Kuiper, la región de los antiguos cuerpos helados y rocosos más allá de la órbita de Neptuno, Phoebe al principio era esférica y caliente y estaba formada por un material de roca densa. Se supone que Phoebe probablemente fue capturado por la gravedad de Saturno.
"Los objetos como Phoebe se cree que se condensan rápidamente. Por lo tanto, representan bloques de construcción de planetas. Dan a los científicos pistas sobre qué condiciones había en la época del nacimiento de los planetas gigantes y de sus lunas", comenta la científica.
De acuerdo con los datos, la luna pudo haber sido originalmente porosa, pero haber colapsado sobre sí misma. Se supone también, que Phoebe se mantuvo caliente durante decenas de millones de años antes de su congelación.