Ley obligará a tabacaleras de EE. UU. a eliminar la denominación "light"
Desde el próximo junio una nueva ley federal estadounidense que regula la venta de tabaco prohibirá a las compañías productoras el marcar los cigarillos con las palabras “ligero” o “suave”. Las tabacaleras siguen utilizando ese recurso que hace creer que algunos cigarrillos son menos nocivos que otros.
En espera de las nuevas reglas, la compañía tabacalera R.J. Reynolds ha cambiado sus “Salem Ultra Lights” que se reciben en la red menorista en una caja plateada, a “Silver Box”. La marca más vendida —“Marlboro Lights” de Philip Morris— se transforma en “Marlboro Gold”, según informa un folleto recientemente enviado por los distribuidores. Los “Marlboro Ultra Lights” de la misma compañía se convierten en “Marlboro Silver”.
“Solo burlan la ley. Vuelvan a usar la misma codificación con colores para perpetuar uno de los mitos más divulgados del siglo vigente sobre la salud pública”, comenta un profesor de la Escuela de Salud Pública en Harvard, Gregory Connolly.
Efectivamente, se revela que las demás tabacaleras planean usar el truco con los embalajes para marcar la distinción de “fuertes”, “medianos”, “suaves”, etc. Siempre los cigarrillos de un color más brillante serán más “lights”.
En el mismo problema se enfoca la Agencia Federal para la Protección de Consumidores de Rusia. Su jefe, Gennadi Oníschenko, anunció el sábado las nuevas cifras sobre el daño de la adicción al tabaco en este país.
El tabaquismo mata a 400.000 rusos cada año. Fuman 67% de los varones y 30% de las mujeres. Las tabacaleras producen unos 420.000 millones de cigarrillos por año. Los gastos de los fumadores, así como los del país, son inmensos, debido a que a lo largo de toda su historia Rusia no ha cultivado ni un arbusto de tabaco, destacó.
La agencia insiste en que se restrinjan las normas de presencia de alquitrán y nicotina en los cigarrillos. Oníschenko opina que Rusia sigue conservando normas menos restrictivas que las que existen en Europa y, por el momento, en EE. UU., debido a que a los órganos importantes que deberían defender a los consumidores los ha penetrado varias personas que salvaguardan los intereses de las tabacaleras.