Presos del capitalismo: Las cárceles en EE.UU. son una fuente de mano de obra barata
Estados Unidos es el país con más presos en todo el mundo. En la actualidad cuenta con más de un millón y medio de adultos cumpliendo condena en las cárceles del país o, lo que es lo mismo, casi el 25% de la población carcelaria del mundo. Muchos de ellos trabajan entre rejas para grandes compañías norteamericanas, debido a que la superpoblación de las penitenciarías estatales llevó a la Administración a promocionar la iniciativa privada.
Empresas como Microsoft, Boeing, Starbucks o Victoria’s Secret se encuentran entre el grupo de compañías que han usado mano de obra de los reclusos, directamente o por medio de subcontratas.
“Estas son compañías que obtienen beneficios, incluso salen a bolsa. Ahorran mucho dinero utilizando a los presos como mano de obra y ese dinero no tienen que revertirlo en el mantenimiento de la prisión”, explica Alex Friedman, editor asociado de la revista 'Prison Legal News'.
Los reos norteamericanos trabajan por salarios mínimos, así que en EE.UU. la privación de libertad no significa que uno deje de ser un individuo rentable. Es más, los reos se convierten en individuos extremadamente rentables. El negocio resulta ser redondo, ya que el Gobierno otorga beneficios a aquellas compañías que emplean a presos.
Sin embargo, no todos ven con escepticismo el uso de esta mano de obra, Hay quienes aseguran que es una oportunidad para proteger a la industria estadounidense frente a las economías extranjeras. Una afirmación que no parece tener en cuenta las condiciones laborales de los presos.
“No hay mucha gente que quiera hacer este tipo de trabajos en nuestro país y, por lo tanto, lo que estamos haciendo es reincorporar estas industrias dentro de las prisiones y evitar que se vayan a otros países. Creo que es una idea perfecta”, dice Joan Lobdell, fundadora de Inside out inc.