Barbados presume de playas turquesa y calypso, pero sus cimientos se forjaron en siglos de explotación. Entre 1660 y 1838, "más de 800.000 personas esclavizadas fueron enviadas a Barbados", recuerda el historiador Kevin Farmer mientras hojea un manual de 1786 que regulaba "el tratamiento de los negros".
A los esclavos de la plantación Newton, por ejemplo, se les concedía "medio día al mes" para cultivar su propio huerto: una migaja que, unida a la mala alimentación, los llevaba a la desnutrición y a morir antes de los 40 años.
Rastros físicos del pasado
Las huellas de aquel régimen aún emergen. En Newton yace el único cementerio exclusivo de esclavos hallado en la isla: arqueólogos han exhumado restos de más de 570 personas rodeadas, todavía hoy, por cañaverales. Y aunque la esclavitud terminó en 1838, algunas familias británicas siguen al mando de extensas plantaciones. Una de ellas es St. Nicholas Abbey, que ha abierto sus instalaciones al público, pero no niega su pasado atroz; en cambio, la finca Drax Hall, de unas 1.300 hectáreas, permanece cerrada y sus dueños rehuyen cualquier diálogo con las autoridades locales.
Rebeliones escasas y geografía determinante
Las rebeliones fueron escasas. El profesor Woodville Marshall recuerda la de 1816, liderada por Bussa, héroe nacional. Pero aclara que para la mayoría "el principal asunto era tratar de sobrevivir". Por su parte, el doctor Tennyson Worrel aporta dos claves de la relativa calma: la geografía llana, que impedía huir a las montañas, y una forma temprana de gobierno representativo que ofrecía cierta participación a quienes cumplían requisitos de propiedad.
Nacimiento de una nueva república
El 30 de noviembre de 2021, Barbados materializó su ruptura con la corona británica y se proclamó república. Sin embargo, la emoción institucional contrasta con el escepticismo popular.
En la Universidad de las Indias Occidentales, varios estudiantes confiesan no haber "visto ningún beneficio" y desconocer qué significa el nuevo estatus. En las calles, taxistas y trabajadores comparten dudas similares.
Voces de esperanza y orgullo
Otras voces sí celebran el cambio. El cantante Mighty Gabby recuerda que, de niño, fue castigado por apartarse del séquito de un representante de la realeza; hoy afirma que la mentalidad colonial ha cambiado gracias al trabajo hecho por muchas personas. Mientras, la poeta Cindi cree que "el testigo" de la nación ha pasado a la ciudadanía y llama a contribuir con el futuro de la república.
Reparaciones pendientes
Ese futuro incluye una exigencia: reparaciones. David Commissiong, vicepresidente del grupo de trabajo nacional, denuncia que en 1834 la compensación por abolir la esclavitud fue para los propietarios, no para los esclavos. Por eso Barbados, junto a otros países caribeños, reclama ahora a sus antiguos colonizadores un reconocimiento y una reparación que sigue sin llegar.
Mientras tanto, Barbados encara el reto de traducir su libertad simbólica en mejoras tangibles. La pregunta que surge en cada conversación es: ¿podrá la isla escribir una historia nueva o seguirá, aún sin cadenas, bajo la sombra de sus cañaverales?