Empieza el juicio contra la pareja acusada de matar a su hijo adoptivo ruso
Empieza el juicio contra la pareja estadounidense acusada de haber provocado la muerte de su hijo adoptivo ruso. Michael Craver, de 46 años, y Nanette Craver, de 54, pueden ser condenados a la pena capital si el jurado los declara culpables de homicidio, malos tratos y conspiración.
Vania Skorobogátov fue adoptado por estos padres estadounidenses en 2003, junto con su hermana gemela, Daria. El 24 de agosto de 2009, el niño de siete años, que recibió en EE. UU. el nombre de Nathaniel, falleció en un hospital de Pensilvania a causa de un traumatismo craneoencefálico.
La acusación pretende demostrar que el niño fue torturado. El primer testigo que intervino en el juicio, el enfermero del Hospital Holy Spirit Christopher Penney, dio la descripción de las lesiones del niño. Su cabeza estaba hinchada y parecía una “esponja mojada”, una oreja estaba cortada. En el cuerpo había numerosos cardenales de golpes sufridos en momentos distintos. Además, el niño se encontraba en un estado de agotamiento extremo.
Pero en el juicio celebrado este 6 de septiembre en la ciudad de York (Pensilvania), la defensa ha asegurado que el niño se lesionó a sí mismo y que sus padres adoptivos ya habían recurrido varias veces a la ayuda médica para Vania antes del último incidente.
La pareja Craver no reconoce su culpabilidad por lo ocurrido, alegando que Vania tenía problemas psicológicos y se autolesionaba. Actualmente su hermana vive con los parientes de Michael Craver bajo el control de las autoridades y puede comunicarse con sus padres adoptivos por correspondencia.
Recientemente, en otros dos casos de presuntos malos tratos de niños adoptivos rusos en EE. UU., los padres evitaron la prisión. Así sucedió en el caso de Jessica Beagley, que ‘educaba’ a su hijo a base de salsa de tabasco y duchas frías, y del matrimonio Leschinsky, acusados de maltratos a sus tres hijas rusas.