Sociedad
Una funeraria polaca quiere construir un crematorio cerca de un campo de concentración nazi
La Liga Antidifamación, una ONG internacional con sede en EE.UU., dirigió una nota de protesta a las autoridades de Lublin (Polonia) solicitando que bloquee los planes de la funeraria local Styks de edificar un crematorio comercial al lado del campo de concentración nazi de Majdanek.
Majdanek fue construido en un área de 270 hectáreas en los suburbios de la ciudad de Lublin en 1941. Existió hasta julio de 1944.
Según cifras oficiales, unas 150.000 personas, entre judíos y prisioneros de guerra, pasaron por allí durante esos años, y 80.000 de ellas perdieron la vida en sus cámaras de gas. En el campo había dos crematorios, uno con dos hornos, el otro con cinco, pero los nazis no siempre recurrían a este método para deshacerse de los cadáveres. En ocasiones los presos cavaban trincheras, los nazis les metían dentro y les fusilaban directamente, cubriendo luego los cuerpos parcialmente. Hoy en día, Majdanek es un museo y un memorial estatal del Holocausto.
No es el primer intento de la funeraria de aprovechar los territorios adyacentes al campo –concretamente, la parte que aloja un cementerio municipal– para construir un crematorio comercial. En 2008 la empresa Styks ya solicitó autorización de la administración de la ciudad para realizar un proyecto de este tipo, pero no la consiguió. Apeló esta decisión en la corte y la ciudad tuvo que continuar revisando la solicitud de Styks.
"Es difícil expresar adecuadamente el dolor y la injuria que surgirán si este proyecto sigue avanzando. La mera idea de que una compañía esté considerando la posibilidad de ubicar un crematorio moderno al lado del suelo sagrado dedicado a la memoria de todos aquellos que sufrieron insoportablemente allí es censurable”, comenta Abraham Foxman, director de la Liga Antidifamación y uno de los sobrevivientes del Holocausto polaco.
Según las autoridades de Lublin, la única oportunidad legal de bloquear los planes de Styks es aprobar un programa general de ordenación del territorio de la ciudad, en otras palabras, un programa oficial de desarrollo arquitectónico de la urbe. En este caso, podrán incluir en él ‘zonas de exclusión’ para las cercanías de Majdanek. Sin embargo, para desarrollar y aprobar un programa así pueden necesitarse, al menos, unos nueve meses.
Según cifras oficiales, unas 150.000 personas, entre judíos y prisioneros de guerra, pasaron por allí durante esos años, y 80.000 de ellas perdieron la vida en sus cámaras de gas. En el campo había dos crematorios, uno con dos hornos, el otro con cinco, pero los nazis no siempre recurrían a este método para deshacerse de los cadáveres. En ocasiones los presos cavaban trincheras, los nazis les metían dentro y les fusilaban directamente, cubriendo luego los cuerpos parcialmente. Hoy en día, Majdanek es un museo y un memorial estatal del Holocausto.
No es el primer intento de la funeraria de aprovechar los territorios adyacentes al campo –concretamente, la parte que aloja un cementerio municipal– para construir un crematorio comercial. En 2008 la empresa Styks ya solicitó autorización de la administración de la ciudad para realizar un proyecto de este tipo, pero no la consiguió. Apeló esta decisión en la corte y la ciudad tuvo que continuar revisando la solicitud de Styks.
"Es difícil expresar adecuadamente el dolor y la injuria que surgirán si este proyecto sigue avanzando. La mera idea de que una compañía esté considerando la posibilidad de ubicar un crematorio moderno al lado del suelo sagrado dedicado a la memoria de todos aquellos que sufrieron insoportablemente allí es censurable”, comenta Abraham Foxman, director de la Liga Antidifamación y uno de los sobrevivientes del Holocausto polaco.
Según las autoridades de Lublin, la única oportunidad legal de bloquear los planes de Styks es aprobar un programa general de ordenación del territorio de la ciudad, en otras palabras, un programa oficial de desarrollo arquitectónico de la urbe. En este caso, podrán incluir en él ‘zonas de exclusión’ para las cercanías de Majdanek. Sin embargo, para desarrollar y aprobar un programa así pueden necesitarse, al menos, unos nueve meses.
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