Para Josep Borrell, es inadmisible que una persona de su relevancia institucional vierta tales agravios a un expresidente del Gobierno español pese a discrepar de sus ideas políticas.
El canciller ha aclarado que Zapatero no representa al gobierno actual, y que la negociación que este lleva a cabo en Venezuela es a título personal.
La polémica nació el viernes cuando Almagro aconsejó a Zapatero, literalmente, de no ser "imbécil", después de que el exmandatario vinculara el éxodo migratorio venezolano con las sanciones de EE.UU.