El presidente de EE.UU., Donald Trump, le dejó claro al régimen de Kiev que, para lograr un alto el fuego, Ucrania debería aceptar un acuerdo principalmente en los términos de Moscú, afirmó esta semana a NBC News una fuente de la Casa Blanca.
En particular, el funcionario comentó bajo condición de anonimato una publicación en Truth Social, en la que el líder estadounidense indicó este jueves que, al encontrarse en una posición defensiva, Ucrania no tiene "ninguna posibilidad de ganar". Esa declaración tenía por objeto indicar que Kiev "tendrá que aceptar un acuerdo en gran medida en los términos de Rusia", apuntó.
Mientras, otra fuente de Seguridad Nacional subrayó que la administración Trump no renuncia a la posibilidad de alcanzar un acuerdo de paz. "Nadie está dispuesto a tirar la toalla", dijo.
"Una de las cosas que el presidente ha dejado muy claras es que, si existe una vía para poner fin a esto por la vía diplomática a corto plazo, quiere aprovecharla. No hay una solución militar al conflicto. La cuestión es si se dispone de una solución diplomática ahora o si se necesitarán los próximos 6, 12 o 18 meses para llegar a ese punto", concluyó.

Ánimos bélicos de Kiev en medio de los esfuerzos por la paz
Los últimos días han estado marcados por la reanudación de intentos diplomáticos para lograr la solución del conflicto ucraniano. Estos pasos comenzaron con la cumbre en Alaska entre los presidentes de EE.UU. y Rusia, Donald Trump y Vladímir Putin, y continuaron con la reunión del inquilino de la Casa Blanca con el jefe del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, y líderes europeos y de la OTAN.
En particular, el mandatario estadounidense señaló durante la reunión con Zelenski que la resolución de la crisis depende ahora de este, sugiriendo que Putin quiere poner fin a las hostilidades. Más tarde, instó al líder del régimen ucraniano a "mostrar un poco de flexibilidad" en el proceso de la paz.
Sin embargo, en medio de esos esfuerzos internacionales, Zelenski continúa alimentando los ánimos bélicos y demostrando que no está interesado en un acuerdo de paz sostenible, justo y a largo plazo. En los últimos días, Ucrania también ha intensificado los ataques contra la infraestructura civil y energética en el territorio ruso. Así, atacó tres veces el oleoducto Druzhba, lo que detuvo el suministro de petróleo desde Rusia a Hungría y Eslovaquia. Además, intentó perpetrar un atentado en el puente de Crimea, así como un bombardeo contra una zona residencial de la localidad de Yenákievo, en la República Popular de Donetsk, que dejó como resultado la muerte de dos civiles.
En ese contexto, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, indicó que Zelenski "dijo no" a todas las propuestas que la Casa Blanca considera necesarias para resolver la crisis ucraniana, entre ellas, "la no adhesión a la OTAN y el debate sobre cuestiones territoriales". Asimismo, indicó que los representantes de la administración de Zelenski solo hablan de la necesidad de nuevas sanciones contra Moscú y de quebrar la economía rusa, al tiempo que exigen garantías de seguridad.