Rusia se une a las sanciones de la ONU contra Libia
Rusia se unió oficialmente a las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra las autoridades de Libia. El presidente Dmitri Medvédev firmó el decreto que prohíbe vender o entregar a Libia todo tipo de armamento.
Además, el documento prohíbe prestar a Libia cualquier ayuda técnica o financiera relacionada con la actividad militar o con la fabricación y el uso de material militar. Todas las mercancías que se dirijan a Libia desde Rusia deberán ser examinados “si aparece alguna información referente a que contengan algún artículo cuyo transporte está prohibido”. En caso de hallazgo de tales artículos, estos serán confiscados y podrían ser destruidos.
Estas medidas no afectan a suministros de material militar destinado a su uso con objetivos humanitarios, pero en este caso será necesario recibir el permiso del Consejo de Seguridad de la ONU. Además, los colaboradores de Naciones Unidas, así como los periodistas y los miembros de las organizaciones humanitarias podrán llevar a Libia un equipo de defensa, incluyendo chalecos antibalas y cascos, pero estos artículos se destinarán “sólo al uso privado”.
Recordamos que el 25 de febrero EE. UU. impuso sanciones unilaterales contra Libia como respuesta ante las violentas medidas represivas aplicadas por el régimen actual. En virtud de estas medidas se congeló la venta de armas al país norteafricano y se bloquearon las cuentas y las propiedades del líder libio, Muammar al-Gaddafi, y de sus familiares y sus aliados.
El 26 de febrero el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución con nuevas sanciones contra la élite política de Libia. Este documento también congeló las cuentas de Gaddafi, de su hijo, Seif Al Islam Gaddafi, y de cuatro miembros más de su familia e impuso un embargo de armas.
En vísperas de la aprobación de la resolución, Dmitri Medvédev reconoció la preocupación de Moscú por lo que está sucediendo en Libia y condenó el uso de la fuerza armada contra los civiles en el país, empleado allí por las autoridades. El 28 de febrero el canciller ruso, Serguéi Lavrov, confirmó esta posición, señalando que Rusia exige el cese inmediato de la violencia en Libia y la observancia de las normas del derecho internacional humanitario.