Opinión
El nuevo "triángulo dorado" de Asia marca la pauta del continente
La semana pasada tuvo lugar en Kuala Lumpur la primera cumbre del que ha sido llamado el nuevo "triángulo dorado" de Asia: los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ANSEA), el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG) y China.
Por primera vez, en tiempos modernos, representantes del oeste, este y sudeste del continente asiático se juntaron para conversar sobre la región y establecer líneas de acción para una futura cooperación tripartita.
La iniciativa fue organizada por Malasia, que este año ocupa la presidencia de la ANSEA. En su discurso inaugural, el primer ministro malasio, Anwar Ibrahim, recordó que esta primera reunión se asienta en una historia antigua de intercambio entre civilizaciones que trajo bonanza a estas tierras y que, ahora, busca con optimismo construir para el futuro.
Si bien ha sido el primer paso, los acuerdos de la reunión dan una idea de lo que se proyecta para el continente que, luego de un interregno de unos cientos de años, vuelve a ser el epicentro económico del mundo.
Economía y desarrollo sostenible: pilar central
La razón de ser de este nuevo formato de cooperación es el desarrollo económico y sostenible. En el comunicado final, se indicó que se considera a las tres economías como diversas y complementarias y, por lo tanto, su interacción tendrá mucho potencial.
Aunque no fue mencionado directamente, muchos de los acuerdos y posiciones anunciadas son claramente una respuesta a la política de aranceles de Washington y buscan evitar que los países se vuelvan a encontrar en una situación de vulnerabilidad como la provocada por la Administración Trump en los últimos meses.
Resalta, por ejemplo, el énfasis en apoyar un "sistema de comercio multilateral basado en reglas con la OMC en su centro" para proteger negocios, consumidores y medios de vida de los habitantes de sus países. Este orden debe ser predecible, transparente, no discriminatorio, abierto y global. En otras palabras, no deben ser posibles los "arancelazos".
Sin embargo, el acuerdo más importante es el de explorar opciones de pago en monedas locales. Esto significaría una aceleración del proceso de desdolarización mundial.
Otros puntos mencionados que cabe resaltar es el del establecimiento de un foro de negocios que facilite el diálogo tripartito. Esto implicaría darle cierta institucionalidad a la iniciativa. Por otro lado, la idea de desarrollo también trascendió a lo meramente económico. Las partes acordaron explorar formas de cooperación para alcanzar los objetivos de la Agenda de Desarrollo 2030 y, además, promover la cooperación en agricultura sostenible.
Energía
La energía es el segundo pilar fundamental de este nuevo formato. De nuevo, las tres partes reforzaron la importancia del sistema internacional reconociendo la centralidad de la transición energética y que esta debe realizarse en línea con el Acuerdo de París.
Así como con la economía, enfatizaron en la necesidad de estabilidad del mercado energético y de diversificar y asegurar cadenas de suministro globales, incluyendo la de "minerales críticos para el desarrollo de la transición energética". Esto es una probable referencia a las tierras raras y un compromiso de China de que más allá de cualquier contexto con EE.UU., los países involucrados en la cooperación siempre tendrán acceso a estos minerales para su propio desarrollo tecnológico y energético.
Además, promoverán la transición energética, pero no se descarta el uso de ninguna energía. Se acordó explorar oportunidades de negocio en el rubro energético y promover asociaciones público-privadas.
Conectividad: IFR, desarrollo digital e intercambio entre personas
Para realizar todo lo mencionado se necesita buena conectividad. Por ello, este tema ocupa un lugar fundamental en el comunicado oficial.
El acuerdo más importante en la materia fue promover la cooperación de alta calidad en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) para el desarrollo de corredores logísticos y plataformas digitales. Con esto se consolida la Iniciativa en el continente.
El objetivo es promover un desarrollo sostenible de infraestructura que apoye la cooperación económica, facilite la diversificación y mejore la resiliencia de las cadenas logísticas. Otra vez, queda implícito la necesidad de diversificar para afrontar tiempos convulsos.
En cuanto a la infraestructura tradicional, también se incluyó la marítima y se reconoció el rol de los océanos y mares para su crecimiento económico. En lo referente a la infraestructura digital, hubo un fuerte énfasis en la IA.
Un último nivel de conectividad es el intercambio entre personas. Este también tuvo un lugar en el comunicado final. Se acordó promocionar el intercambio cultural y aprendizaje mutuo, especialmente a través del turismo e intercambios educativos.
La posición frente a Palestina y la consolidación del CCGEAG
Palestina no fue olvidada. A pesar de que el foco fue la cooperación económica, el comunicado final dedica casi ocho párrafos a la situación del país invadido. En muchos sentidos, lo expresado no fue nuevo. Los países reunidos expresaron apoyo al sistema internacional de la ONU e hicieron un llamado a proteger a los civiles y a respetar la Convención de Ginebra.
También, apoyaron la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia de julio de 2024, que solicitaba la opinión del Consejo de Seguridad en acciones más precisas para "terminar lo más rápido posible la presencia ilegal del Estado de Israel en el Territorio Palestino Ocupado". Con esto se refieren a la situación de antes de 1967.
La posición oficial de las tres partes y que se reafirmó en el comunicado es el de la solución de los dos Estados. Guste o no, sigue siendo la opción predominante a nivel mundial, la propuesta desde la ONU, de los países árabes y hasta de sectores palestinos.
La novedad de la cumbre estuvo en el reconocimiento del liderazgo del CCEAG en el proceso de diálogo y pacificación, especialmente de Arabia Saudita, así como del rol mediador de Catar. Además, se acordó apoyar sus iniciativas como la alianza global por la implementación de los dos Estados y la Conferencia por la resolución pacífica del problema Palestino que tendrá lugar este mes en coordinación con Arabia Saudita y Francia.
De este modo, se consolida el liderazgo de los países del CCEAG y en especial de Arabia Saudita dentro del mundo árabe. La Visión 2030 del reino busca transformar su matriz económica basada en petróleo y convertir a toda la región en un centro turístico y de innovación. Para ello, necesitan una región pacificada.
El destino de Asia Occidental, por ahora, parece estar sellado. El CCEAG tiene el visto bueno de EE.UU., Europa y, con esta cumbre, el de China y la ANSEA.
ANSEA elige su camino
Hasta ahora, la ANSEA había mantenido un equilibrio estratégico entre China y EE.UU. Mientras que con los chinos tenían un sólido vínculo económico, con los estadounidenses el vínculo era en materia de seguridad.
Ante las presiones de Washington, los líderes de la asociación siempre respondieron, muy diplomáticamente, que no querían elegir y que, si los obligaban, no les gustaría la decisión. Con esta cumbre, todo indica que han elegido su camino.
Los acuerdos muestran que se busca romper la dependencia de EE.UU. y del dólar. Han ratificado la necesidad de un mundo estable, pacificado y unido para poder alcanzar el desarrollo. Anwar Ibrahim reconoció el rol de China por el desarrollo sostenible y la paz en la región y el mundo. Esto es un golpe a los intentos de dividir la región por los asuntos no resueltos en torno al mar de la China Meridional.
Además, el formato tripartito le da mayor sostenibilidad. En caso de un conflicto entre dos de las partes, los intereses generados por la tercera harán más difícil disolver los avances. Esto se pondrá a prueba el próximo año cuando Filipinas asuma la presidencia de la ANSEA.
Al menos en Asia, en los siguientes años, los países del nuevo "triángulo dorado" estarán orientados a estos objetivos. Es la consolidación del pragmatismo económico, un respaldo al sistema internacional de la ONU y un mensaje a Occidente de que el "dividir para reinar" no tendrá lugar en sus territorios.
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.
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