La hora de acostarse es para muchos el momento más esperado del día. Sin embargo, ciertos alimentos pueden afectar negativamente el descanso e incluso llegar a provocar pesadillas.
La doctora Rybel Wix Ramos, especialista en neurofisiología clínica y medicina del sueño, explica que "la comida y el sueño se llevan mal cuando cenamos en exceso o elegimos alimentos difíciles de digerir antes de acostarnos". Según la especialista, esto ocurre porque el organismo destina energía al proceso digestivo, lo que afecta la calidad del descanso.
Estos son algunos de los alimentos que se recomienda evitar antes de dormir si no quiere tener pesadillas:
Alcohol
Aunque produce somnolencia inicial, impide alcanzar las fases profundas del sueño y aumenta la probabilidad de sueños perturbadores.

Carnes rojas
Su alto contenido en grasas saturadas y su lenta digestión mantienen al organismo activo durante la noche, lo que afecta la calidad del sueño.

Comida picante
Eleva la temperatura corporal y acelera el metabolismo, condiciones poco favorables para un sueño profundo y estable que suelen desembocar en pesadillas.

Chocolate
Contiene cafeína y azúcar, dos estimulantes que alteran el sistema nervioso y pueden provocar sueños intensos y desagradables.

Pasta
Se transforma rápidamente en glucosa en nuestro organismo, lo que puede interferir con un descanso reparador.

Patatas fritas
La combinación de grasa y exceso de sal obliga al sistema digestivo a trabajar intensamente, lo que interfiere con el sueño y puede derivar en pesadillas.

Queso
Rico en grasas de digestión lenta, sobrecarga al intestino y eleva la actividad metabólica nocturna, lo que puede originar en un sueño más agitado.

Refrescos
Su alto contenido en azúcar y cafeína mantiene al cerebro en estado de alerta, lo que dificulta la relajación y favorece las pesadillas.

El doctor Rafael Santana Miranda, de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México, recomienda mantener un intervalo de al menos dos horas entre la cena y la hora de acostarse, especialmente si se consumen alimentos ricos en proteínas y grasas. Para cenas ligeras a base de frutas o verduras, el tiempo puede ser menor.
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